Saber ganar y saber perder no es tan fácil como parece

La Semana. MH, 20/01/2025

Por: J.B.

 

España, Ceuta y Melilla están perdiendo la batalla (batalla o guerra, sí, porque no son negociaciones con un amigo, sino que lo son más bien con un enemigo molesto y altanero), en el tema de la aduana y en el de las reivindicaciones de nuestro vecino sobre la soberanía de las dos ciudades españolas, contra Marruecos.

A las quejas de la presidenta de la Confederación de Empresarios de Ceuta (CECE), que ha exigido a nuestro gobierno “unas condiciones de funcionamiento transparentes, conocidas por todos y establecidas, dando audiencia y participación a los operadores y a la representación empresarial”,  se han unido las quejas de Enrique Alcoba, presidente de la Confederación de Empresarios de Melilla (CEME), que ha lamentado “la falta de comunicación oficial por parte de la Delegación del Gobierno y del Ejecutivo central”  y “el escándalo y el ridículo a nivel nacional” de lo ocurrido” con la frontera. También se ha unido a las críticas un melillense (que no vive en Melilla), el siempre interesado en que la frontera vuelva a ser como era, José Martínez Lázaro (su negocio de antaño con Marruecos ya no volverá, ni debería). Todas las críticas antes citadas parecen provocar la risa en Sánchez y los suyos y tienen, también para Marruecos, el efecto de la picadura de un mosquito a un elefante: ninguno.

Normalmente hay que aceptar caballerosamente la derrota y celebrar la victoria sin humillar al derrotado (se debe respetar el dolor del derrotado), pero no siempre ocurre.

Normalmente hay que aceptar caballerosamente la derrota y celebrar la victoria sin humillar al derrotado (se debe respetar el dolor del derrotado), pero no siempre ocurre. Una derrota no es el fin del mundo y, para un competidor que quiera superarse, no debe ser nada más que un aviso de que hay que trabajar más para ganar la siguiente ocasión.

Es evidente que Marruecos ha derrotado al gobierno de Pinocho Sánchez (no sabemos con qué armas) y las consecuencias las van a pagar Ceuta y Melilla (quizás también Canarias). También está muy claro que Marruecos no es un “buen” ganador, ya que humilla a España (la perdedora en el asunto de las fronteras) con las condiciones pactadas (que tampoco sabemos muy bien cuáles son). Pinocho, sorprendentemente en este caso, ha sido un buen perdedor y no ha dicho “esta boca es mía” para criticar a su enemigo/contrincante. Sánchez no quiere competir con Marruecos porque, por razones que sólo él conoce, sabe que compite en inferioridad de condiciones (es como si un tenista jugase sin raqueta contra otro).

Es evidente que Marruecos ha derrotado al gobierno de Pinocho Sánchez (no sabemos con qué armas) y las consecuencias las van a pagar Ceuta y Melilla (quizás también Canarias).

Gavi, Alcaraz, Antoñito Molina, Ancelotti; son personajes públicos conocidos por todos que tienen diferentes actitudes ante la derrota y la victoria. No todos saben ganar o perder.

Antoñito Molina: Un músico gaditano genial, con una gran actuación en directo, que descubrí el fin de semana pasado en Madrid. Es un claro ejemplo (con 37 años) de aceptación de la derrota (ha tardado años en llegar a la cima y en pasar de actuar en teatros con menos de 100 personas a cantar en el Movistar Arena ante más de 20.000) y de caballerosidad/sencillez en la victoria/el éxito (es humilde y cercano pese a su actual éxito y popularidad).

Alcaraz: Que se haga llamar Carlitos ya indica qué tipo de persona es. Su humildad en la victoria es reconocida por todos (incluso entre sus compañeros). Pero también sabe perder: nunca ha negado un saludo a un rival que le haya derrotado, ni se ha excusado de una derrota por razones externas.

Sánchez no quiere competir con Marruecos porque, por razones que sólo él conoce, sabe que compite en inferioridad de condiciones (es como si un tenista jugase sin raqueta contra otro).

Ancelotti: Tras la dolorosa derrota ante el Barcelona en la Supercopa de España no arremetió contra sus jugadores (la tentación era grande) y dejó frases que le definen como un caballero en la derrota y en la victoria: “Hemos perdido una final, estamos dolidos, pero hemos ganado muchas finales; el otro día pagamos la cuenta de todo lo que hemos hecho, Ha sido una cuenta cara, pero ha sido un partido. Vamos a luchar y pelear hasta el final, como siempre, Yo sigo confiando en mis jugadores, sobre todo en los que en este momento no están sacando su mejor versión”.

Gavi: Un gran jugador del FC Barcelona que pega muchas patadas y que utiliza frecuentemente el juego sucio. “A segunda, a segunda” tapándose la boca, es lo que les decía Gavi a los jugadores del Getafe después de un nuevo tropiezo del FC Barcelona en la liga. Se criticó mucho a Vinicius por hacer algo parecido…. Es un claro ejemplo de no saber perder (menos mal que esta vez no pueden escudarse en los árbitros).

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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JB

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