Cerca de las once de la noche partía ayer desde Melilla el vuelo con destino a Málaga que tenía que haber tomado tierra en la capital malacitana a las ocho de la tarde. El motivo, retrasos acumulados por avarias en varias aeronaves. Según la información facilitada a los pasajeros en la terminal melillense, averías técnicas en un vuelo procedente de Madrid y en otro de Málaga provocaron retrasos a lo largo de la jornada de este viernes, que condujeron a que el último vuelo con destino a la capital malacitana previsto para las 8 de la tarde tuviera que salir más allá de las diez y media de la noche, momento en el que tomó tierra un vuelo de Madrid. El temor, que finalmente se suspendiera la salida si el aeropuerto melillense decidía cumplir con el horario de funcionamiento que fija su cierre de actividad a las diez y media de la noche. Pero el vuelo salió a las once menos veinte de la noche.
