Responsables de Interior lanzan un mensaje de tranquilidad a los melillenses

El subsecretario de Interior, Luis Aguilera, y el director general de Protección Civil, Juan Antonio Díaz Cruz, viajaron ayer a Melilla para transmitir a su población “un mensaje de tranquilidad”, ya que las autoridades están haciendo un seguimiento de la situación y todos los dispositivos están preparados. En declaraciones a los periodistas, Díaz Cruz informó de que el Instituto Geográfico Nacional (IGN) lleva desde el 12 de enero haciendo un seguimiento de la serie sísmica en el Mar de Alborán y aunque “nunca se sabe”, es probable que tras el seísmo de ayer se llegara “al punto de máxima descarga de energía”. Aguilera, por su parte, indicó que esta serie sísmica que se da desde el 12 de enero está desarrollando “un curso normal” y se han dado numerosas réplicas menores, que normalmente no han sido percibidas por la población.
Ahora, insistió Aguilera en que es preciso “esperar” para ver cómo se han producido las réplicas a lo largo del día y que no vuelva a haber un seísmo de la magnitud del de ayer de madrugada.
Señaló además que los seísmos son un fenómeno natural que no es previsible, de modo que “lo que hay que hacer es estar muy vigilante, como se está, con todos los recursos disponibles para prevenir y adoptar medidas tan pronto como se hayan producido”.
En cualquier caso, dejó claro que “no hay motivos para estar alarmado más allá de lo que se ha producido ya”.
El seguimiento de la red sismológica también incluye la eventualidad de que pudiera derivar en un tsunami, aunque el riesgo “no es destacable” ni tampoco “es cuestión de de alarmar” a la población, dijo Aguilera, asegurando que “si hubiera riesgo, se comunicaría”.

Evaluación de daños
El subsecretario de Interior informó de que en estos momentos se está en una fase de evaluación de los daños por parte de equipos multidisciplinares, una vez adoptadas las medidas de protección inmediatas que son necesarias, con el objetivo de llegar a una valoración más exacta de los daños, que han afectado a numerosos edificios de la ciudad.
“Lo importante”, dijo, es tener los datos más precisos de lo ocurrido y conocer los daños estructurales que se han producido, a efectos de que el Gobierno pueda valorar “las medidas que haya que adoptar en su caso, además de las ayudas ordinarias que existen en el Real Decreto 307/2005” para atender los daños.

“Una idea más precisa”
Aguilera señaló que el motivo de su desplazamiento inmediato junto con el director general de Protección Civil era “conocer directamente cuáles han sido las consecuencias visibles y no visibles del terremoto”, y aseguró que no se arrepienten porque “verlo en directo da una idea más precisa”.
También consideró que “hay que estar agradecidos por la circunstancia de que no ha habido daños personales que lamentar”, ya que si bien fueron atendidas 26 personas en Urgencias por heridas leves, precisó que éstas “no son como consecuencia directa de los efectos del terremoto, sino por caídas, recogida de cristales y sin consecuencias mayores”.
Aguilera y Díaz Cruz hicieron estas declaraciones tras hacer un recorrido por algunos de los lugares más afectados por el seísmo, entre ellos la Urbanización Araucaria, donde se produjo una caída de cascotes, y el Palacio de la Asamblea, que tuvo que ser cerrado por los daños que se produjeron, sobre todo en sus dos torreones.

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