Una vez que ha pasado la celebración del Aid El Kebir, y asumiendo que aquella expresión de “y tú más” ni es bueno ni convence, quiero hacer algunas reflexiones sobre lo acontecido en los dos últimos meses con relación a la celebración de la festividad en nuestra ciudad. En el artículo que remití a los medios de comunicación el año 2016 sobre la celebración de la festividad de ese año, y la prohibición de entrada de animales desde Marruecos por la aparición del brote de fiebre aftosa, empezaba diciendo que “por desgracia, lo que tendríamos que haber abordado con absoluta normalidad se está intentando desviar hacia una clara confrontación entre las instituciones públicas y parte de la comunidad musulmana melillense”.
Esta afirmación se ha cumplido en su totalidad no sólo ese año, sino también en el siguiente y eso a pesar de que para 2017 pudimos modificar la OM para hacer viable la entrada de corderos desde Marruecos, cumpliendo con los necesarios controles sanitarios que las distintas normativas, nacionales y europeas nos exigían.
Como he venido reiterando, en multitud de ocasiones, en un Estado de Derecho no cabe el incumplimiento de la Ley y, por lo tanto, combinar legalidad y tradición sólo es viable desde el estricto respeto a ambos principios, porque lo segundo (tradición) fuera de la ley es inviable en un nuestro sistema jurídico.
Apelé entonces, una vez más, a la responsabilidad de los dirigentes políticos y asociativos que tenían representación, ascendencia o autoridad ante nuestra sociedad, y pedí en particular a todos los melillenses musulmanes que no nos dejáramos manipular ni engañar y que fuésemos consecuentes con nuestra realidad democrática asentada en un Estado de Derecho que preserva los derechos colectivos e individuales pero que, a su vez, también impone obligaciones como es, en primer término, el respeto y cumplimiento de la Ley vigente.
Afirmé que con la publicación de las órdenes ministeriales no se producía ningún atentado al cumplimiento de ninguna tradición; al contrario lo que sí había era un respeto oficial y consecuente con las tradiciones religiosas de todos los melillenses, con independencia de sus credos u orígenes culturales.
En esos dos años, 2016 y 2017, el partido CpM lejos de acatar las leyes y buscar las fórmulas que permitieran compatibilizar el binomio legalidad y tradición, respondió atacando la norma de forma absolutamente desmesurada y contraria con convocatorias de manifestaciones, insultos, mentiras y con llamamientos a la desobediencia.
Desgraciadamente, y como nos tiene acostumbrados, el PSOE-PSME, tampoco estuvo a la atura de las circunstancias y se subió al tren de las protestas y declaraciones de CpM contra el Gobierno de entonces. Ambos partidos, CpM y PSOE no hicieron más que señalar al PP como los responsables de que no pudieran entrar, en 2017, corderos de Marruecos; cuando la verdad es la contraria: la publicación de la OM de 2017 pretendía que pudieran entrar pero con el cumplimiento de unas mínimas normas de control higiénico sanitarias para el bien de todos.
Toda aquella campaña contra el PP y amenazas contra los ganaderos que querían importar animales, tanto de la península como desde Marruecos, solo produjo el efecto contrario: escasez de animales y por tanto dificultad de muchas familias para celebrar la festividad.
Y llegó este año. Y el PSOE que ahora gobierna en España y tiene que tomar decisiones y, sobre todo, cumplir la Ley, se da cuenta de que se equivocó adoptando aquella actitud. Pero lejos de corregir y desde el principio cumplir y hacer cumplir la ley, se dedicó a “marear la perdiz”, echar balones fuera, culpar al partido que no está en el gobierno e intentar satisfacer al otro partido, CpM, y no a los melillenses bereberes.
Consecuencia de esta actitud de CpM, y más importante del PSOE con responsabilidades de gobierno, este año ha sido peor que el anterior en cuanto a la oferta de corderos para las familias musulmanas. Queriendo satisfacer a los dirigentes de CpM, han terminado fastidiando a los ciudadanos. Eso sí, esta vez no se han convocado manifestaciones, concentraciones ni caravanas de protestas.
Hoy reitero una vez más que por parte de las instituciones implicadas entonces: Ministerio, Delegación del Gobierno y Ciudad Autónoma, en el año 2017 se hizo todo lo posible para tener una “Fiesta en Paz”; pero ni CpM, ni el PSOE, ni la CIM estuvieron a la altura de las circunstancias. A las pruebas me remito.
La tradición pasa por sacrificar un borrego, no exige que el borrego sea marroquí y mucho menos que tenga que ser comprado en Marruecos y traído a cuestas desde el vecino país. No obstante, en atención a la sensibilidad de quienes prefieren borregos de origen marroquí y, como dijimos, dada la situación de estabilización de la fiebre aftosa en Marruecos, el año 2017 se regularon medidas excepcionales para procurar que no sólo se pudieran importar borregos de origen peninsular sino también marroquí.
Que nadie se lleve a engañoo. Sólo existían dos opciones: la primera consistía en no publicar ninguna OM y por lo tanto, y en cumplimiento de las distintas normas, no permitir la entrada de animales desde Marruecos; la segunda opción fue la de publicar la OM y así permitir una excepcionalidad en el cumplimiento de la norma, para que pudieran entrar dichos animales desde Marruecos durante un pequeño período de tiempo y con los mínimos requisitos de seguridad y control sanitario.
Ceuta, desde el año 2000, cumpliendo con la ley no permite la entrada de animales desde el vecino país y no se han planteado la publicación de ninguna OM que permitiera esa excepcionalidad. Consecuencia de esto, en la ciudad hermana este año se han sacrificados 5.000 corderos importados desde la península y han pasado la fiesta en paz.
En Melilla apostamos, el anterior Gobierno del PP, por publicar la OM para permitir la importación también desde Marruecos, pero la intolerancia, irresponsabilidad y beligerancia estéril de CpM y la connivencia del PSOE han conseguido que solo se sacrifiquen en nuestra ciudad unos 1.000 animales. Juzguen ustedes, solo les pido que sean honestos al hacerlo.
Afortunadamente este año he podido ver, con agrado y satisfacción, que ya empiezan a alzarse voces desde dentro de la comunidad bereber que, aunque sin apoyar al Partido Popular, son conscientes, y así denuncian públicamente, que tanto CpM como el POSE lejos de defender los intereses generales de los melillenses, solo defendieron, y defienden, los propios, alentando los primeros a la confrontación.
La actitud de CpM no me preocupa tanto como la del PSOE. El primero porque desde que surgió nunca han ganado unas elecciones y por lo tanto no tendrá responsabilidades de gobierno; el segundo me preocupa más porque, aunque seguirán perdiendo elecciones en Melilla, y a nivel nacional, tendrán la oportunidad de gobernar España como sucede en estos momentos.
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Reflexiones sobre el Aid el Kebir