¡Quiero vivir!

¿Qué es vivir?… ¿Facilitar la vida? …¿Procurar que los demás vivan?…O sea, vivir es dar vida. Entonces dando vida, vives. Si la vida la encierras en tu vida, deja de ser vida. Por lo tanto, me pregunto: ¿Por qué censuro tanto a los demás y no me censuro yo?… ¿Por qué critico tanto y no me critico yo? ¿Por qué veo la paja en el ojo ajeno y no la viga en el mío?……Porque estoy mudo y ciego. No tengo capacidad de hablar, Solo enjuicio. No hablo. Hablar es poner en práctica, la facultad del pensamiento, accionado este por los sentimientos. Ya que sentir, no es sentirse, sino sentiros. Sentiros, equivale a conoceros. Y entonces la visión se hace más lucida…menos personal…Más amplia…La visión… ¿Dónde mira y que ve? En realidad no soy yo. Hay un individuo cercano a mí, que trastoca, interrumpe y embrutece mi conducta normal de sentirme persona…
Una especie de «belial» sin yugo y sin principios, cuyo ori gen son los desaciertos, la inutilidad y la ignorancia. Antes no lo notaba, pues su presencia, iba tan unida a la mía, que me anulaba, dando una imagen errónea de mi autentico yo, el cual después de tantos años y cosas ocurridas, se va distanciando, (precisamente porque nunca se sintió aceptado, más bien repudiado), creando una separación en ella, ciertas perspectivas de visión, la cual me hace comprender, que he sido una víctima, no de mi mismo, sino de «aquel o aquello» que sin saber cómo ni porque, ajeno totalmente a mis deseos, me suplanto, ante ese periodo de tiempo llamado «vida», el cual me está dando una oportunidad de comprender lo que «fui» para entrar siendo yo mismo ,en lo que «seré». O lo que quisiera ser.
¿He vencido a «algo» desconocido y negativo para mí? Creo que sí. Pero ese «triunfo», no ha estado conseguido solo por mí mismo, aunque haya sido en mi cuerpo, los estigmas y fracasos reseñados, tal vez predispuesto a ser objeto de purificación y no de simples vanidades pasajeras. Estimo que mi presencia, corporal, mayormente ha servido para animar y fortalecer, otra» presencia» mucho más valiosa y acorde con mis mejores deseos. Al menos con aquellos que van apareciendo en mi, después de creer haber desechado a mi anterior invasor.
¿Sera esta «presencia» nueva que presiento y anhelo tener, otra nueva imagen invasora, que nada tenga que ver con mi autenticidad, si es que la tengo? Y si la tengo: ¿Quién de verdad soy yo? ¿Sera el cielo, el final del ciclo del ser terrenal? ¿O el cielo es también otro escalón a subir o a cruzar, en este itinerario de la existencia humana, si es que la existencia humana tiene camino y no es solo una meta?
¡Quiero Vivir¡ ¿Qué es Vivir?

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