Las banderas de España y Alemania simbolizan la comparación económica entre ambos países.
La Semana. MH, 10/11/2025
Por: J.B.
Si nos comparamos con Alemania, España abarca una superficie de aproximadamente 505.983 km², lo que la convierte en uno de los países más extensos de la Unión Europea, mientras que Alemania cubre unos 357.596 km², es decir, España es cerca de un 40% más grande en términos territoriales. Esta diferencia en tamaño ofrece (o debería) a España claras ventajas inherentes, como mayores posibilidades para la agricultura, el turismo rural, las energías renovables y una expansión urbana sostenible. Sin embargo, esta vastedad no se traduce en una mayor densidad demográfica o productividad.
España se espera que alcance, a finales de 2025, unos 1.890 billones de dólares estadounidenses (equivalente a 1,89 trillones), una cifra respetable pero que palidece ante los 5,09 trillones de dólares de Alemania
Las proyecciones para 2025 estiman que España alcanzará alrededor de 47,89 millones de habitantes, mientras que Alemania superará los 84,07 millones. La densidad poblacional es mucho menor en España (aproximadamente 95 habitantes por km²) comparada con los 235 de Alemania.
La menor densidad de población podría significar una menor presión sobre los grandes centros urbanos, pero la realidad es que en España nos encontramos con grandes regiones subpobladas, como ocurre con el interior peninsular, donde el envejecimiento demográfico y la emigración rural frenan el desarrollo económico. Se echan en falta políticas activas (aunque “activas” y “políticos” no sean términos que mezclen muy bien) que apoyen el establecimiento de personas en las múltiples zonas subpobladas, lo que redundaría, sobre todo en las grandes ciudades, en precios más asequibles en los alquileres y en las compraventas de viviendas.
El contraste más impactante entre España y Alemania se observa en el PIB nominal proyectado para 2025: España se espera que alcance unos 1.890 billones de dólares estadounidenses (equivalente a 1,89 trillones), una cifra respetable pero que palidece ante los 5,09 trillones de dólares de Alemania. A pesar de un crecimiento reciente más dinámico (dopado por un excesivo gasto público) en España –con previsiones de un 2,9% para 2025 según el FMI frente al modesto 0,2% de Alemania–, la brecha absoluta refleja décadas de subutilización. Alemania genera más riqueza por habitante y por km², gracias a su enfoque hacia la manufactura de alto valor añadido, como la fabricación de automóviles y la maquinaria.
Factores que explican el desaprovechamiento
La explicación es una combinación de factores históricos, estructurales y políticos. A diferencia de Alemania, cuya economía se basa en un robusto sector industrial que representa cerca del 25% de su PIB, España depende en gran medida del turismo y los servicios que, aunque crecen rápidamente, son vulnerables a shocks externos como pandemias o cambios climáticos. La inmigración ha impulsado el reciente «milagro español», aportando mano de obra joven y diversa, pero no ha sido suficiente para cerrar la brecha con el modelo alemán de innovación y exportaciones.
Otro obstáculo clave es la burocracia y las disparidades regionales. Mientras Alemania se beneficia de un sistema federal eficiente que fomenta la inversión en educación y tecnología, España sufre de altas tasas de desempleo juvenil (alrededor del 25% en algunas regiones) y una «España vaciada» donde vastas áreas rurales permanecen subdesarrolladas.
Fondos europeos como el NextGenerationEU han inyectado vitalidad, permitiendo a España crecer por encima de la media europea, pero estos recursos se han usado más para estímulos a corto plazo (que es lo único que interesa al gobierno de Sánchez) que para reformas profundas.
El sector energético ilustra parte del desperdicio: España, con su abundante sol y viento, lidera en renovables, pero podría multiplicar su producción si invirtiera más en infraestructuras, superando incluso a Alemania en exportaciones energéticas verdes. Sin embargo, las barreras regulatorias (nuestro actual gobierno regula mucho y mal) y la dependencia de importaciones fósiles limitan este avance. Las políticas de un gobierno sin presupuestos, que no puede y/o no quiere invertir a largo plazo (no da votos), que tiene socios (Podemos) que quieren, por ejemplo, acabar con las centrales nucleares, son un importante freno a la hora de acortar las distancias con el gigante alemán.
España posee un lienzo más amplio que espera ser pintado con audacia. El alto potencial desaprovechado no es un destino inevitable, sino una llamada a la acción
El potencial de España es innegable. Con una extensión que permite expandir la agricultura ecológica, el ecoturismo y parques solares masivos, el país podría diversificar su economía y reducir su dependencia del sector servicios. Políticas que fomenten la inmigración cualificada (no la ilegal, como hace nuestro actual gobierno), la digitalización rural y la inversión en I+D –inspiradas en el modelo alemán pero adaptadas al contexto mediterráneo– podrían elevar el PIB per cápita y atraer inversiones extranjeras. Pero no debemos engañarnos, con el actual gobierno (no se debe olvidar que Pinocho lleva más de 7 años en el poder) estas políticas son imposibles, porque requieren visión a largo plazo, planificación y altura de miras, cosas (todas ellas) que no se vislumbran en Sánchez y su gobierno: no saben si mañana o pasado seguirán ocupando las poltronas o serán botados a causa de sus diarios casos de corrupción.
¿Serán el PP y Feijóo capaces de hacerlo?¿Tendrán la audacia y la altura de miras (olvidando los posibles votos que se pudieran quedar en el camino) necesarias?
Mientras Alemania maximiza cada metro cuadrado con precisión teutónica, España posee un lienzo más amplio que espera ser pintado con audacia. El alto potencial desaprovechado no es un destino inevitable, sino una llamada a la acción para que España transforme su tamaño en fuerza económica real. ¿Serán el PP y Feijóo capaces de hacerlo?¿Tendrán la audacia y la altura de miras (olvidando los posibles votos que se pudieran quedar en el camino) necesarias? El tiempo lo dirá.
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