Piden un año de prisión para el acusado de dar una paliza a su mujer embarazada

Un hombre se sentó ayer en el banquillo de los acusados del Juzgado de lo Penal número 1 de Melilla por un presunto delito de violencia de género. Según declaró la mujer, embarazada desde hace un mes y medio, su marido se enfadó porque ella no preparó la comida. Aseguró que la agarró fuertemente del cuello, le estampó la frente contra la pared, le dio un puñetazo en la barriga y trató de agredirla con una tijera que ella esquivó. El procesado, por su parte, negó que esto fuera cierto. Según apuntó, su mujer podría haberle denunciado para conseguir la residencia. La fiscal le reclama un año de prisión. El Ministerio Fiscal reclama un año de prisión para un individuo acusado por presunto maltrato hacia su mujer, con la que contrajo matrimonio hace tres meses. Ella está embarazada de un mes y medio. Ayer se celebró la primera sesión del juicio en el Juzgado de lo Penal número 1. Los hechos que llevaron al hombre a sentarse en el banquillo de los acusados supuestamente ocurrieron el 30 de marzo de este año, en el interior de la vivienda familiar.

Por no preparar la comida
Según relató la denunciante, el episodio de maltrato ocurrió a medio día. Era la hora de comer, pero ella no había preparado la comida. Su marido llegó de trabajar y, al decirle ella que no había preparado nada, abandonó la vivienda. Pero volvió pasado un rato. «¿Qué pasa, hoy es día festivo? ¿Por qué no has preparado la comida?», le empezó a gritar, siempre según la declaración de la víctima.
Ella permanecía sentada al inicio de la discusión. Al ver que su marido estallaba un vaso contra el suelo se levantó y, en ese momento, el acusado la agarró por el cuello, afirmó la mujer en la vista. Acto seguido, empujó su cabeza contra la pared, aseguró. También intentó agredirla con unas tijeras que ella logró esquivar y le propinó un fuerte puñetazo en la barriga, según manifestó la perjudicada.
Tras la paliza, siguió relatando la mujer, su marido abandonó la casa. Entonces, llamó corriendo a su hermana para que avisase a la policía, ya que ella no sabe castellano. Cuando las autoridades se personaron en la vivienda fue trasladada a Urgencias del Comarcal para ser atendida por profesionales sanitarios.

Le pedía los papeles
El procesado, por su parte, aseguró que no agredió a su mujer de ningún modo. «¿Cómo le voy a pegar y más sabiendo que está embarazada?», respondió a preguntas de la fiscal. Según expuso, cuando ella le comunicó que no había preparado nada de comer se marchó de la vivienda. «Yo no le exijo ni le obligo a que me cocine», sostuvo.
Aseguró en reiteradas ocasiones que era «mentira» que hubiera agarrado del cuello o agredido a su cónyuge. El acusado, además, manifestó que desde que contrajeron matrimonio ella «no para de preguntarme» por la tarjeta de residencia y la tarjeta sanitaria, ya que su mujer no tiene residencia legal en España.
La víctima negó que esto fuera cierto. «En ningún momento se lo he pedido», mantuvo. «Si lo hubiera querido, lo hubiera puesto como condición antes de casarme», apuntó al respecto.

Marca en el cuello
Según apuntó el agente de la Policía Nacional que tomó declaración a la denunciante, la mujer estaba muy alterada cuando llegó a Jefatura Superior de Policía para interponer una querella contra su marido. «Observamos la marca en el cuello», aseguró el funcionario.

Vecinos y testigos de la defensa
Dos vecinos del mismo portal prestaron declaración en la vista. Una señora de avanzada edad aseguró que el acusado es una «persona maravillosa» y negó que hubiera escuchado ningún escándalo procedente de su vivienda. El vecino que vive en la casa que hay bajo el domicilio del procesado aseguró que tampoco oyó ninguna discusión. Además, afirmó que se alojan en viviendas de protección oficial en las que «se escucha todo» porque «las paredes son de cartón».

Se aplaza la vista
El juicio continuará el próximo 4 de mayo, ya que no se presentó a la vista el médico forense que elaboró el informe tras el supuesto episodio de violencia hacia la mujer. Al parecer de la fiscal, se trata de una declaración clave para esclarecer la verdad de los hechos denunciados. Por ello, solicitó que fuera citado en una segunda sesión antes de elevar su petición final ante el magistrado.

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