Personas con discapacidad intelectual, TEA o enfermedad mental podrán salir a la calle en cortos paseos

La Delegación del Gobierno anuncia, tal como recoge el decreto de Estado de Alarma, que se ha acordado la autorización para que las personas con discapacidad intelectual, del desarrollo, TEA, parálisis cerebral y enfermedad mental, puedan salir a la calle acompañados de un tutor/cuidador por lugares de su entorno. Deberán llevar el certificado correspondiente con la discapacidad indicada. El presidente de Aspanies Plena Inclusión, Carlos Estaban, explica que, en el decreto sobre el Estado de Alarma por el coronavirus del sábado, incluía, a la hora de hablar de las normas de confinamiento, que “por motivos terapéuticos” se podría permitir salir a la calle de una forma controlada, pero era preciso que se concretara la fórmula.

Por ese motivo, Aspanies Plena Inclusión junto a Autismo Melilla, como entidades encuadradas en CERMI, se consultó a la Delegación del Gobierno y a la Consejería de Políticas Sociales cómo podría articularse esta medida, porque “hay personas con discapacidad intelectual, TEA o enfermedad mental, que necesitan salir para relajarse de alguna manera y que no se les puede explicar lo que pasa”. La idea, que las autoridades concretara la forma de hacerlo y evitar las sanciones, porque “son muchos los padres que se han puesto en contacto con nosotros preguntando lo que podían hacer y que se buscara una solución acorde a las circunstancias”.

Con Delegación se estuvieron barajando distintas vías, como que pudieran salir en unas horas determinadas y por unas zonas concretas, pero se desechó porque la crisis se puede presentar en cualquier momento y muchas familias no cuentan con vehículo para desplazarse hacia ese espacio que se delimitara.

Por ese motivo, “lo que se ha visto como más factible, es que si la persona tiene necesidad de salir, que puede darse en cualquier momento del día, lo pueda hacer, acompañado por un tutor, con las normas sanitarias (mascarillas y guantes siempre que sea posible), y en el entorno de la vivienda familiar porque es algo que conocen y les puede relajar”. Además, los vecinos no se alarmarían porque ya conocen a esta persona, con lo que no habría problemas. La persona, además de no ir sola, deberá llevar el documento que acredita su discapacidad, al objeto de poder responder a la Policía que les pregunte. Una vez vuelva la situación de relajación, volverá a casa.
“Hay muchos padres que nos dicen que por ahora no van a recurrir a esta salida porque si en estos cinco días de enclaustramiento no ha habido problemas y han podido sobrellevar la situación, piensan que si ahora se les permitiera salir a la calle, la medida podría ser negativa”, indica Esteban, que también hay otros padres a los que “no les va a quedar más remedio que sacar a sus hijos durante un rato para que se relajen”. La medida ha entrado ya en vigor.

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