Patrimonio a la deriva (2)

La Ciudad adquiere la Casa del Capellán para convertirla en un centro cultural en Melilla

El consejero anterior anunció que la rehabilitación del inmueble estaba incluida en el anteproyecto de los Presupuestos Generales de la Ciudad. Esto se decía el 26 de octubre de 2021.

Este edificio tiene historia en sí y algunas variaciones. Se construyó en 1919 (125 años en el imaginario de la ciudad) por la Junta de Arbitrios. El Ayuntamiento la asumió y la habitaba el cura correspondiente. Sería muy interesante saber quiénes fueron sus moradores. En los años 80 y 90 fue alquilada a unos ciudadanos por un periodo corto. Mi amigo Enrique Delgado se pregunta en su blog “¿Cómo pueden acabar propiedades públicas en manos privadas?

Voy a intentar dar la respuesta. En 2001, el Gobierno Imbroda pone a la venta este patrimonio municipal (cuando lo podía haber evitado) y, como era lógico, se la quedaron los inquilinos. Estos estaban vinculados a UPM. De hecho, el titular Víctor González (RIP) fue concejal de esta formación política. Por circunstancia familiares abandonan Melilla. Desde ese momento el edificio es abandonado a su suerte. Es pasto de los okupas, que lo deterioran más aún.

El consejero Rachid Bussian descubre este edificio y ve una posible adquisición. Es adquirido por la Ciudad en octubre de 2021 a Dris Loulou Aabida, empresario de compra y venta de bienes inmuebles (éste terminó de adquirirlo en junio de 2021), que un tiempo antes lo compra a los herederos. La historia de este hecho que cuenta el consejero es rocambolesca. La pueden ver en la prensa del 26 de octubre de 2021.  El consejero ha señalado que ha costado encontrar al propietario porque la casa del capellán pertenecía a una familia de Valencia, pero finalmente consiguieron dar con él. Había hasta 45 herederos y se tuvo que hacer una declaración de herederos en la operación de compraventa con el propietario. Según cuenta, se adquirió por 113.000 euros más las deudas que arrastraba, según el Registro de la Propiedad fue de 160.000 euros. El vendedor Driss se quitó un gran peso de encima con esta compra municipal, le pagaron las deudas e hizo caja, ya que él nunca la rehabilitaría para recuperar el patrimonio. Las explicaciones del consejero me recuerdan a “explicaciones no pedidas, acusación manifiesta”. Creo que esta compra debería tener una investigación, pues no me creo que sea por amor al patrimonio. Lo más sorprendente es la diligencia de la Administración en comprarlo, tan solo 4 meses en elaborar el expediente y, de esos meses, dos en verano. Así tenía que ser siempre de rápida la burocracia.

El hecho es que el edificio sigue abandonado y no se ha hecho nada. Y la consejera de Cultura anterior tampoco demostró ningún interés por este patrimonio.

Lo único que tengo claro es que el amor al patrimonio de Imbroda no es real, ya que regaló el Patio del Cura y vendió este edificio histórico sin tener obligación de hacerlo.

 

PD.-

Pleno de Control el aburrimiento de los rumiantes. Ha sido un ejemplo categórico del monumento a la desidia, a la indolencia, a la ignorancia de las señoras posaderas. He llegado a la conclusión de que no tenemos Gobierno (por sus esmirriadas respuestas) ni oposición (por su falta de preparación y trabajo).

Todos parecían decir “Padre, aparta de mí este cáliz”.

Ha faltado que interviniera Imbroda para que la gente dormida se despertara. Lo más interesante, la puesta en escena de la bifronte con sus vasallos dejándole el sitio.

Esperemos que el Pleno de Control de mañana tenga algo de interés.

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