Pasa un mes sin que se averigüe quién “sembró” la ciudad con pasquines contra Bohórquez

Ha pasado justo un mes y dos denuncias, una ante la Jefatura Superior de Policía y otra ante los Juzgados de Guardia, y aún no hay noticias de gestiones ni de que se haya averiguado quién o quiénes están detrás de la colocación de cientos de pasquines por toda la ciudad, en vehículos y en fachadas, con la imagen del Editor de MELILLA HOY, Enrique Bohórquez López-Dóriga, queriendo relacionarlo falsamente con Vox, una acción con la que no solo han querido menoscabar su fama y crédito profesional, con el perjuicio de imagen que supone, sino también coaccionar a su persona. Según recoge dicha denuncia, en la noche entre los días 21 y 22 de febrero de 2019, personas desconocidas procedieron a colocar en los parabrisas de los vehículos estacionados en la vía pública y en varios edificios, como por ejemplo el Monumental, unos pasquines en los que se podía leer “Vota Voxhórquez”, en el que se hacía un juego de palabras entre el nombre de la formación política y parte del primer apellido del Editor, además de insertar los logotipos de MELILLA HOY y Vox.

Para el denunciante “es evidente que estos carteles por su composición, por contraste común con mi muy conocida historia personal y profesional en Melilla, además de por el fácil chascarrillo que contienen, pretenden no solo menoscabar mi fama y crédito profesional, con el perjuicio de imagen que supone, sino coaccionar a mi persona”.
“Se deduce lo que afirmamos –ha añadido en el escrito policial- de la evidencia de que en los carteles aparece el nombre del periódico MELILLA HOY, publicación de la que soy Editor, mención absolutamente innecesaria si nos hallásemos ante un mero delito de injurias. La referencia a una publicación –ha proseguido Enrique Bohórquez- implica un grado más, una cualificación en la acción que determina que no puede constreñirse lo acontecido en un mero ilícito privado”.

Por ello, Enrique Bohórquez López-Dóriga llega a la conclusión de que “no estamos ante un mero ataque a la fama y honor de mi persona y de la publicación, tampoco ante una mera actuación inocua, sino ante un ataque a la libertad de información y de opinión”.

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