“En Melilla tenemos unas cuantas bombas más, además del CETI y los centros de menores” Escuchando al “podemita” Monedero en la televisión defender, como hace cada vez que aparece, las bondades de lo público frente a lo privado (habría que hacerle una pregunta: ¿de dónde provienen los ingresos públicos vía impuestos? La respuesta la sabe todo el mundo: de las empresas privadas y los particulares), por una vez dijo algo coherente, pese a la carga ideológica habitual, sobre qué hacer con la gran cantidad (más de 100 en todo el mundo) de investigaciones en marcha (privadas, en su mayoría, y públicas) para hallar una vacuna contra el coronavirus. Pedía unificar esfuerzos y que, en vez de muchos proyectos, hubiera un proyecto común (para él debería ser un proyecto público, claro). Con su cantinela de siempre, vaticinaba grandes beneficios y un “gran negocio” para la empresa privada que antes desarrolle una vacuna eficiente. Como les decía, tiene parte de razón Monedero y creo que sería lógico que la OMS (Organización Mundial de la Salud) hubiese liderado y coordinado un proyecto mundial, público/privado y con fondos de ambos ámbitos, que unificara esfuerzos y acelerara resultados. Quizás la OMS, como piensa Trump, no sirva para nada si no es capaz de hacerlo y de paso hacer que la futura vacuna llegue a todas partes rápido y a un precio razonable. Sobre este tema, cabe resaltar lo que indica el virólogo Daniel Scott-Algara del Instituto Pasteur en una entrevista reciente: “Hay muchos intereses políticos y económicos detrás de todo esto para pronunciarse sobre el éxito de una vacuna”, decía, al preguntarle por la vacuna que está desarrollando la Universidad de Oxford (la más avanzada, según dicen, actualmente). Es una pena que así sea, pero tiene razón el virólogo.
Lunes:
El sindicato FEUSO pide “totales garantías” de seguridad para el inicio del próximo curso. El responsable del sindicato dijo: “no podemos empezar el curso con miedo y dudas. Hace falta mayor claridad y, ante todo, seguridad”. Por otro lado, el PP criticó que Rojas no haga caso a la mano tendida para un pacto sobre la Educación y la Salud y salga con el falso mantra habitual en el PSOE nacional de que: “No hay 17 modalidades educativas distintas en nuestro país. Hay dos modelos: el socialista, que apuesta por la educación pública y por dotarla de recursos y el de la derecha que recorta y privatiza”. No hay nada, o casi nada, de verdad en lo que dice Rojas: es cierto que hay 17 modalidades educativas, al menos en el tema de la vuelta al colegio; el PSOE/Podemos apuesta por lo público pero no dota de medios; privatizar algo no es recortarlo, más bien es hacer que funcione, con alguna excepción, mejor. Sobre lo que pide/exige el sindicato FEUSO, lo cierto es que la ministra Celaá se ha lavado las manos y ha dejado que cada Comunidad Autónoma haga lo que le parezca y, de momento, hay mucha incertidumbre, desconocimiento y miedo sobre cómo será la vuelta a las aulas.
Martes:
Se inicia la “guerra de los contenedores”: Quevedo denunciará a Hassan Mohatar por acusarle de sobrecoste en la compra de contenedores. Según el exconsejero de Medio Ambiente y diputado Local del PP, las acusaciones de Mohatar tienen como objetivo: “desviar la atención de los temas legales que a CPM se le vienen encima”. También afirmó el miembro del PP local: “ Mohatar tiene todos los medios para tener esta ciudad con la mayor limpieza de su historia”.
Debe Mohatar denunciar ante los tribunales las irregularidades que pueda observar en las actuaciones de su predecesor, pero parece una cortina de humo para ocultar su ineptitud a la hora de mantener limpia la ciudad en unas circunstancias muy favorables para ello por el cierre de la frontera y la gran cantidad de basura que se ha dejado de acumular/recoger por ello.
Jueves:
Imbroda pide la dimisión de los ministros de Inmigración e Interior. El Presidente del PP local lo hace por “ el abandono de Melilla, una ciudad tan española como cualquier otra, frente a este problema tan grande de la inmigración en plena pandemia y ante el riesgo tan enorme que estamos corriendo los melillenses al tener tres o cuatro bombas de relojería en la ciudad como son el CETI y los centros de menores”.
Se queda corto Imbroda porque en Melilla tenemos unas cuantas bombas más, además del CETI y los centros de menores: el fundamentalismo islámico, que CPM no ayuda precisamente a erradicar; la estructura económica melillense; la actitud de Marruecos soportada como un país menor por España y el creciente desarraigo de la población por la falta de expectativas futuras.
Sábado:
Prisión sin fianza para los 33 inmigrantes detenidos por el motín en el CETI. El motín, que se prolongó durante varias horas el pasado miércoles, se saldó con 33 detenidos y 23 heridos, 21 de ellos agentes y vigilantes de seguridad. La delegada del Gobierno en Melilla, Sabrina Moh, dijo, con gran e inusitada autoridad, en su perfil de Twitter: “Estos son los únicos traslados que van a conseguir con el uso de la violencia”, en referencia al traslado de los detenidos a la prisión de Melilla. ¡Qué contundencia! No estaría mal que la hubiese aplicado previamente para acordar, con su gobierno central, el traslado a la península de muchos de los inmigrantes que exceden la capacidad del centro y para negociar, con la ayuda del gobierno y Europa, devoluciones en caliente con Marruecos. Seguramente se habría evitado la condenable violencia posterior.
La justicia rechaza, por segunda vez, la petición de la Ciudad para confinar el CETI por el coronavirus. Nuevo varapalo para el gobierno local que primero actúa y luego piensa. El juez, con todos los argumentos jurídicos a su favor, indicó en su auto: “la medida no parece que pudiera ser eficaz (en vista del informe adjunto de la Guardia Civil), ni idónea, desde la perspectiva de los propios derechos fundamentales de los individuos objeto de la misma, pues, de facto, se les aislaría en un centro que, las propias Administraciones lo reconocen, no cumple los requisitos mínimos de habitabilidad, seguridad e higiene”. Un bofetón en toda regla a nuestro incompetente gobierno local.
