Categorías: Opinión

Paciencia sin paternalismos

La verdadera aportación del voluntario llega como fruto de la paciencia y de saber que la otra persona es protagonista de su propia vida.Estamos acostumbrados a buscar eficacia y rentabilidad en muchos ámbitos de la vida. En el trabajo, todo se mide por horas, por objetivos, por plazos, por tarifas o por presupuestos. La carrera se elige a menudo por las salidas laborales que tiene.
Esta tendencia puede convertirse en una deformación en los procesos que involucran al voluntariado y a la reinserción, que requieren cambios estructurales en los que es difícil poner plazos u objetivos precisos. Para un hombre que vive en la calle desde hace quince años, alcohólico y solo, la reinserción completa será casi imposible, pero hay pasos intermedios (dormir en un albergue, beber menos, tener relaciones sociales positivas, participar en actividades de una organización…). Partiendo de la valoración de esas pequeñas metas, se puede llegar a objetivos más importantes. Para asumir todo esto sin desasosiego es necesario armarse de paciencia, saber de antemano que la reinserción no es un camino lineal, sino que tiene altibajos, con más “bajos” que “altos”.

En cuanto a la relación entre el voluntario y el beneficiario, ésta no puede convertirse en una actividad paternalista que pretenda dirigir la vida de los marginados de una manera bondadosa. Por el contrario, lo que requiere es que la persona en apuros tome las riendas de su vida en la medida de sus posibilidades y potenciar al máximo su autonomía. Sin su voluntad de transformarse, es imposible ayudarle. Los médicos saben bien que si un enfermo no quiere curarse, será más difícil para ellos llevar a cabo su trabajo con éxito.

En el voluntariado sucede lo mismo. La presencia del voluntario ayuda a que el otro se sienta arropado para tomar decisiones, pero no las toma por él. Un voluntario social podrá acompañar a un inmigrante en gestiones para mejorar su comprensión del idioma, pero no llevará él los papeles y se los devolverá al otro. De nuevo, debemos dejar a las personas marginadas que sean protagonistas de su vida. Y aún en casos extremos de discapacidades psíquicas, enfermedades mentales, enajenación o demencias, siempre habrá espacios para que el otro tome ciertas decisiones por sí mismo. Como decía Francisco de Vitoria en el siglo XVI: incluso “los dementes perpetuos que ni tienen ni hay esperanza de que tengan uso de razón pueden ser dueños…, tienen derechos”.

Acceda a la versión completa del contenido

Paciencia sin paternalismos

Entradas recientes

Las lasalianas, a romper la racha negativa en el ‘García Pezzi’

MCD LA SALLE-BARÇA CBS: ESTE SÁBADO, A PARTIR DE LAS 19’45 HORAS Las de Álex…

2 horas hace

El consejero de Medio Ambiente recuerda la prohibición de la pesca en la playa ante quejas de usuarios.

El consejero de Medio Ambiente, Daniel Ventura, ha manifestado este jueves que, con motivo del…

10 horas hace

Policía Local detiene a dos sospechosos de hurto en calle Ibáñez Marín

La Consejería de Seguridad Ciudadana ha informado que la Policía Local ha detenido a dos…

10 horas hace

Miguel Marín anuncia un aumento del 40% en turistas para Semana Santa 2025 en Melilla

Miguel Marín, vicepresidente 1º del Gobierno de Melilla y consejero de Economía, Comercio, Innovación Tecnológica,…

11 horas hace

Las ayudas para alojamiento y manutención se incrementan de 50 a 80 euros.

El consejero de Deportes Miguel Ángel Fernández ha asegurado que su área ha aumentado las…

11 horas hace

Melilla será sede del Campeonato del Mundo Junior de Snipe en 2026

Melilla será sede del Campeonato del Mundo Junior de Snipe 2026, del 20 al 26…

14 horas hace