El Sindicato Médico de Melilla ha afirmado que muchas de las causas verdaderas de los problemas sanitarios de la ciudad jamás ven la luz, con lo que los ciudadanos cada vez tienen menos elementos de juicio para entender por qué las cosas no funcionan. En este sentido, han destacado que ha pasado bastante desapercibida la destitución de la Dra. Sara Cristina Pupato Ferrari, persona de confianza de la anterior. Son dos gestores que, en más de una etapa en INGESA, han desempeñado puestos de gran relevancia en la institución y que, según afirman, no han tenido la sensibilidad necesaria para solucionar los problemas de Melilla.
En este sentido, han destacado que es una oportunidad excelente para la nueva directora general de INGESA. “Melilla debe estar sanitariamente a la altura del resto del país y para ello, además de importantes inversiones y de incentivos para los profesionales, requiere que los gestores de Alcalá 56 dejen de considerar su trabajo como un cómodo destino dorado, muy lejos de una realidad que habitualmente no les ha preocupado demasiado”, han sentenciado desde el sindicato.
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“Nunca es tarde si el cese es bueno”