Página 116 del Atestado Policial sobre “presuntos delitos de apropiación indebida y administración desleal”. Denunciante/querellante: Colegio de Médicos de Melilla. Denunciado/querellado: Jesús Delgado Aboy, el político trásfuga, expulsado de Vox, que acaba de crear un partido político de curioso nombre (Créame). Conclusión de las Diligencias Previas: “Jesús Delgado Aboy pudiera haber infringido los deberes de lealtad…para gestionar el patrimonio (del Colegio de Médicos), causándole además un grave perjuicio, abusando de su facultades en la administración, pudiendo haber incurrido en los Delitos de Apropiación Indebida y Administración Desleal”.
¿A quién creería usted: al Créame -asombroso parto político, orquestado por otros y dirigido por un tránsfuga, Jesús Delgado Aboid- o al Atestado Policial de 276 páginas sobre los presuntos delitos por apropiación indebida y administración desleal del político antes citado y ex presidente del Colegio de Médicos de Melilla, cargo del que fue desalojado y Colegio que ahora le reclama importantes cantidades de dinero presuntamente malversado al “fundador” de “Créame”?
Por supuesto que, como dice Gloria Rojas, todo español mayor de 18 años tiene derecho a crear un partido político. Incluso, añado yo, sería quizás bueno que en Melilla hubiera más opciones políticas -de hecho ya han aparecido dos partidos más- dado el panorama político general existente hoy en nuestra ciudad. A mí, como concepto general, me gusta más la actividad que la pasividad. En todo, incluyendo la política. Pero esto de Créame me parece una iniciativa descabellada, una verdadera locura -probablemente inducida- de alguien que, como Delgado Aboy -ya es incomprensible por qué continúa como presidente de la sociedad pública Promesa- se cree (el único que lo cree) el mejor para ser presidente de Melilla, que tiene el recorrido político que tiene (peor, imposible) y que ha sido denunciado/querellado por sus propios compañeros médicos. Mi amigo Nono Miranda, gran conocedor de Melilla y su política, me asegura que Créame, si sobrevive, obtendría en las elecciones de mayo 2023 uno o dos (votos, no escaños). No creo que se equivoque.
Mientras, como destaca en distintas portadas la prensa nacional, Ceuta y Melilla se quedan sin trabajadores transfronterizos. Caos en la reapertura de la frontera con Marruecos, dice ABC, miércoles). La falta de visados frustra el regreso de las trabajadoras marroquíes. (El País). Así no podemos seguir, es evidente. “Más España, más Europa. ¿Seguro?”, era el titular del Editorial de nuestro periódico del viernes, que terminaba preguntándose: ¿seguro que quieren -los gobernantes actuales- que seamos más España y más Europa?. La respuesta: “no lo parece, a juzgar por los hechos” -seguimos fuera de Schengen, seguimos (Melilla y Ceuta) sin ser Comunidad Autónoma, seguimos sin entrar en la Unión Aduanera europea. Los hechos demuestran todo lo contrario de lo que dicen nuestros gobernantes desde hace mucho tiempo, añado yo.
Y de fondo, en el mundo, la invasión rusa de Ucrania ha superado ya los cien días y se deben tomar nuevas decisiones. “Los iliberales deben decidirse: UE o Putin” (El Mundo del miércoles). Y la Unión Europea deberá cambiar la forma de tomar decisiones, esto es, debería eliminar la norma de tomar decisiones por unanimidad, aunque eso puede poner en peligro que algunos países de la ex URSS continúen en la UE. No se puede estar al mismo tiempo en la UE y con Putin, como no se puede estar simultáneamente con Dios y con el diablo. Ganar autonomía económica y cortar lazos comerciales con Putin/la Rusia de Putin, “es el único camino para garantizar la paz y la seguridad en el futuro”. Existe, cada vez más expresamente, un debate geopolítico entre paz y justicia. ¿Un desenlace negociado, tras más de cien días de guerra? ¿Ceder territorio ucraniano, como ocurrió con Crimea en 2014? La globalización sacó de la pobreza a 1.300 millones de personas, es la otra cara de la moneda, con el riego latente de una estanflación (inflación sin crecimiento económico) en el mundo.
Cualquier decisión pasa por la libertad. Los Premios Ortega y Gasset: periodismo contra los abusos del poder, destacaban la semana pasada El País y otros periódicos de ámbito nacional. Los abusos de poder, los ataques a la libertad, provienen de varios sitios, pueden producirse en cualquiera de todos aquellos sitios que tienen algún tipo de poder. Los poderes, como se sabe, son (o al menos deberían ser) tres: el ejecutivo, el legislativo y el judicial. En cualquiera de ellos se producen -es evidente, es humano- abusos de poder, incluyendo en el poder judicial, el de los jueces, que evidentemente deben ser libres, pero, no menos evidentemente, no son dioses y sus sentencias pueden ser malas y de hecho, a veces lo son. Es lo que nos ha ocurrido, una vez más, con la última sentencia del juez del Juzgado de Instrucción de Melilla número 5. Ya profundizaremos sobre lo que es la libertad de expresión.
Posdata
Noticia, triste para Melilla, alegre para él: el adiós -o hasta pronto- a Melilla del coronel de la Guardia Civil, Antonio Sierras. Se va, contento, a un alto cargo, en Israel, del Ministerio del Interior de España. Se va dejando muchos amigos en Melilla, yo incluido, un mérito muy valioso, dado su puesto de jefe de la Guardia Civil en Melilla, un puesto nada cómodo, muy expuesto a críticas y problemas diversos, en el que se atascaron varios de sus predecesores. Le deseo todos los éxitos posibles en su nueva tarea, que, muy probablemente, será la última de su vida profesional y le sugiero que, una vez terminada esta, se restablezca en Melilla donde, con su experiencia, puede ayudar mucho. Melilla necesita, mucho, este tipo de personas que, como Antonio Sierras, han demostrado conocimientos, carácter y sensibilidad humana.
( La edición digital de PDF de MELILLA HOY
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