Miguel Marín reclama más inversión en el transporte aéreo y marítimo de Melilla y critica la “falta de compromiso” de la Delegación del Gobierno

El vicepresidente primero de Melilla y secretario general del PP regional subraya en que “el dinero no puede ser un obstáculo” para mejorar la conectividad de la ciudad con la península

El vicepresidente primero de Melilla y secretario general del Partido Popular, Miguel Marín, ha defendido este miércoles la necesidad de que el Gobierno central aumente la inversión destinada a la mejora de las conexiones aéreas y marítimas de la ciudad autónoma, advirtiendo de que «el dinero no puede ser un obstáculo» para garantizar un transporte de calidad y con precios accesibles para los melillenses. Así lo ha manifestado, para valorar la reunión del Grupo de Trabajo de Transportes celebrada este martes en la Delegación del Gobierno, con la presencia del secretario general de Transportes Aéreo y Marítimo, Benito Núñez, a quien trasladó personalmente las demandas del Ejecutivo local.

En materia de transporte aéreo, Marín ha recordado que el Gobierno socialista lleva «siete años sin atender» las principales peticiones de la ciudad: la implantación de un sistema de aproximación que permita operar con meteorología adversa, la ampliación de la pista del aeropuerto y la declaración de Obligación de Servicio Público (OSP) en las rutas con Málaga y Madrid.

Según explicó, el Ministerio de Transportes se ha comprometido a realizar un estudio para valorar la incorporación de un nuevo sistema de aproximación que posibilite la llegada de aeronaves de mayor capacidad, aunque lamentó que esta medida «llegue tarde» tras años de espera. Respecto a la ampliación de la pista, el Ejecutivo central ha supeditado cualquier decisión al resultado de ese informe técnico.

En cuanto a la OSP, Marín criticó el proyecto piloto propuesto por el Gobierno en 2024, que establecía precios «inaceptables» para los no residentes, y reiteró la petición de fijar un precio máximo de 120 euros por trayecto para garantizar la competitividad turística y económica de Melilla. Además, insistió en que cualquier contrato de OSP debe incluir aviones de reserva para cubrir incidencias por causas meteorológicas o técnicas.

Sobre el transporte marítimo, Marín agradeció la disposición del secretario general para mejorar el pliego de condiciones del contrato marítimo tras las críticas del Ejecutivo local, que alertó de la exclusión inicial del buque «Rusadir» y del riesgo de monopolio. Finalmente, se establecieron dos lotes, permitiendo operar tanto a Balearia como a Acciona-Trasmediterránea.

No obstante, el dirigente popular advirtió de un problema que sigue preocupando: la reducción de rotaciones con Almería, que ha perjudicado a los usuarios de esta ruta histórica. Por ello, solicitó la restauración inmediata de una rotación adicional con Almería y que el futuro contrato marítimo, que deberá renovarse a partir de enero de 2027, contemple siete rotaciones semanales con Almería, siete con Málaga y tres con Motril, así como barcos con mayor capacidad de camarotes.

Marín acusó a la delegada del Gobierno de actuar como «un lastre para el desarrollo socioeconómico de Melilla» por su negativa a reclamar más fondos para mejorar estas conexiones, reprochándole su «falta de valentía» frente al Ejecutivo central. «Mientras en la península se han invertido miles de millones de euros en autovías y trenes de alta velocidad, Melilla sigue esperando una mejora real de sus transportes aéreos y marítimos, únicos medios para salir o entrar en la ciudad», denunció.

El vicepresidente melillense lamentó además la actitud de la delegada al enviar una nota de prensa a los medios antes de concluir la reunión, algo que calificó de «desprecio absoluto» a los representantes institucionales y sociales presentes en el encuentro.

Por último, Marín insistió en que el Gobierno central debe actuar con urgencia para resolver las carencias históricas de Melilla en materia de conectividad, advirtiendo que la calidad del transporte es «clave para el futuro turístico y económico de la ciudad».

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