Con el corazón henchido de emoción y el cañón apuntando a las nubes, el Regimiento Mixto de Artillería nº 32 de Melilla ha vuelto a enviarle un ‘beso de fuego‘ a su patrona, Santa Bárbara, con motivo de su festividad durante el desarrollo de la solemne parada militar que se ha celebrado este lunes en la explanada ‘Héroes de España’ de la Base ‘Alfonso XIII’ y que ha estado presidida por el teniente general Manuel Busquier Sáez, jefe de la Inspección General del Ejército, que ha pasado revista a las distintas unidades en formación en compañía del comandante general de Melilla, Luis Sáez Rocandio.
Durante el acto, en el que han estado presentes autoridades militares, civiles y políticas como la delegada del Gobierno, Sabrina Moh, el vicepresidente primero de la Ciudad Autónoma de Melilla, Miguel Marín, miembros del Gobierno local y diputados de la Asamblea, se ha llevado a cabo el referendo del juramento ante el Estandarte del personal que pasa a la reserva, se ha nombrado ‘Artillero Honorario‘ al subteniente Especialista Francisco Manuel Santisteban Fernández y se han impuesto varias condecoraciones a militares de tropa y cuadros de mando.
Acto seguido, se ha realizado el habitual homenaje a los que dieron su vida por España, se ha entonado el himno de Artillería con una salva de cañón. El tradicional desfile de las distintas unidades en formación y de las motorizadas ha puesto el broche de oro a un acto que se ha cerrado con la retirada del estandarte.
Durante su alocución, el coronel jefe del Regimiento Mixto de Artillería nº 32, Alfonso Domínguez Barbero, ha apelado a los artilleros a «emular el ejemplo de perseverancia de, espíritu de sacrificio y valor» de Santa Bárbara de Nicomedia, patrona «vinculada al Arma de Artillería desde 1522» y que, «durante su corta e intensa vida, demostró ser fiel a sus ideales sin que el martirio, el aislamiento o las amenazas de su propio padre lograsen quebrantar su fe, llegando a entregar su vida por ella».
Así pues, ha resumido en cuatro palabras el significado de artillero: unidad, preparación, servicio y adaptación.
En primer lugar, ha destacado que los artilleros han funcionado siempre «como un reloj, precisa y sincronizadamente, caracterizándose por la cohesión y espíritu de hermandad de sus miembros».
En segundo lugar, destaca que «la innovación y el interés por los nuevos desarrollos científicos y técnicos han sido vocación constante de nuestro personal desde la creación del Real Colegio de Artillería de Segovia (1764).
En cuanto al servicio, Domínguez Barbero ha indicado que los artilleros deben aprovechar «todas las oportunidades de instrucción y adiestramiento que se nos presenten y contribuir en la medida de nuestras posibilidades a su desarrollo, colaborando con el éxito de la misión asignada».
Por último, ha resaltado que los artilleros deben disponer de «suficiente capacidad de adaptación, forma física y destreza necesaria» para encarar «las múltiples caras» que presenta «la amenaza actual».
«Me siento cada día más orgulloso de estar al frente de esta unidad. Percibo la ilusión y las ganas con que lleváis a cabo las tareas diarias», ha manifestado el coronel, quien ha tenido un especial recuerdo para los artilleros destacados en misiones en el exterior en Turquía y en Estonia.
Ha finalizado su intervención pidiendo a Santa Bárbara que «interceda ante Dios por la artillería, por nuestro Regimiento y por cada uno de nosotros, así como por nuestros seres queridos».
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