Melilla conmemora este 25N poniendo el foco en la prevención entre los más jóvenes y en la violencia cibernética contra las mujeres

Numerosas autoridades civiles, militares y políticas acudieron a la lectura del manifiesto por este día, incluido el presidente de Vox Melilla José Miguel Tasende que, no obstante, votó en contra de aprobarlo porque dice que todas las medidas contra la violencia machista “no valen para nada”

 

Melilla se ha sumado este martes 25 de noviembre al Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer con la lectura del tradicional manifiesto que ha tenido lugar en la puerta del Palacio de la Asamblea ante numerosas autoridades civiles, militares, policiales, judiciales y políticas, incluido el presidente y diputado de Vox en la Asamblea, José Miguel Tasende que, no obstante, ha votado en contra de la aprobación del manifiesto porque dice que todas las medidas puestas en marcha para erradicar la violencia machista “no valen para nada”.

“Cada vez se asesina y se violan a más mujeres. Seguimos haciendo lo mismo y es normal que siga sucediendo lo mismo, y si hacemos más de lo mismo es normal que suceda aún más de lo mismo. Cambiemos de una vez para acabar con esta lacra”, ha instado durante su intervención.

“Los hechos son testarudos”

La consejera de Presidencia, Administración Pública e Igualdad, Marta Fernández de Castro, replicó al dirigente localista que “no hablamos de ideología”, sino de “hechos”. “Y los hechos son testarudos: la cantidad de víctimas mortales reconocidas como violencia de género”, ha rebatido, dejando claro que negar la violencia de género “no hace que desaparezca”, sino que las víctimas estén “más solas”.

Tasende coincidió con la consejera en que “los hechos son tozudos” y, por eso, ha incidido en su postura de que “todo lo que venimos haciendo hasta ahora se está demostrando que no vale para nada”.

Fernández de Castro zanjó el debate manifestando que “no voy a perder ni un minuto más con usted”. “Si quiere seguir negando la violencia de género es su problema”, apostillo mientras el líder de Vox en la ciudad negaba con la cabeza.

Prevención

Aun sí, y pese al voto en contra de Vox, la Asamblea aprobó por casi unanimidad el manifiesto por el 25N, con el que Melilla ha reiterado su sentido recuerdo para todas las mujeres y menores asesinados por la violencia machista: hijos e hijas huérfanos; madres, padres, hermanos, hermanas, amigos y amigas.

Un manifiesto que, ante la “durísima y cruel realidad” que señalan los datos de víctimas de violencia de género, pone el foco en la prevención en los más jóvenes, donde queda aún “un largo camino que recorrer en la materia”.

“Los jóvenes siguen reproduciendo situaciones de control y hay que ayudarles, desde la concienciación y sensibilización, a terminar con relaciones tóxicas o situaciones de desigualdad, porque dicho control es el inicio de la violencia. Hay que facilitarles herramientas para ello, porque sí reconocen la violencia física, pero otras manifestaciones de la violencia de género las normalizan, y por supuesto también herramientas al profesorado reforzando para ello su formación”, subrayan.

También han expresado su “especial preocupación” por la violencia cibernética, una “amenaza real con consecuencias reales que afecta a la salud mental y física de las víctimas”. Y es que la violencia digital “amplifica la vulnerabilidad de las mujeres y personas menores de edad, perpetuando las desigualdades de género existentes y creando nuevas formas de victimización en el espacio digital”.

“Compromiso”

“Estamos convencidos a la luz de las evidencias que la Violencia de Género exige técnica, recursos y voluntad sostenida, no consignas ideológicas. Las víctimas nos piden más que normas, nos piden valentía, coherencia y verdad. Nos piden que no fallemos donde ya ha fallado todo lo demás”, apostillan.

Por todo ello, manifiestan su “más férreo compromiso” para erradicar la violencia contra la mujer, a seguir trabajando desde la unidad, a seguir impulsando y colaborando en la formación especializada y multidisciplinar con perspectiva de género y enfoque en infancia de todos los y las profesionales que intervienen en los procesos, a educar en igualdad, concienciar, sensibilizar, prevenir, y actualizar y reforzar los sistemas de protección a las victimas a todos los niveles.

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