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Melilla conmemora el 242 aniversario del fin de uno de los peores asedios de su historia

La ofrenda al monolito del mariscal Sherlok se hará a las once de la mañana

Hoy domingo, festividad de San José, se cumplen 242 años del fin de uno de los peores asedios que sufrió la ciudad de Melilla durante cien días, entre el 9 de diciembre de 1774 y el 19 de marzo de 1775 a manos de las tropas del Sultán de Marruecos Muley Mohamed. La heroica defensa de la ciudad, que costó la vida de más de cien de sus habitantes, entre hombres, mujeres y niños, será recordada hoy con un oficio religioso en la Iglesia del Sagrado Corazón a las doce de la mañana y con una corona de flores en el monolito del mariscal Juan Sherlock.

El 9 de diciembre de 1774 el sultán de Marruecos, Muley Mohamed Ben Abdal-Lah, al frente de unos 40.000 hombres, acompañado por sus hijos los príncipes Mulai Ali, Mulai Maimon y Mulai Abderrahaman y sus generales, sitiaba Melilla con el intento de asaltarla. De esta forma se rompía un tratado de paz y amistad firmado en 1467 con España.

Asedio
El cronista Francisco Mir Berlanga recoge en su Breve Historia de Melilla que la ciudad no estaba preparada para hacer frente a la fuerza y poderío del ejército del sultán. Por ese motivo el Rey Carlos III dio orden de llevar a la ciudad todo lo necesario, desde hombres a alimentos, armas y maquinaria defensiva. El hospital del Rey carecía de lo más básico por lo que se pidieron más de cien camas y escupideras, y para la farmacia real, hasta tarros de ranas y de ojos de cangrejos para los ungüentos de la época.
Mientras la ayuda llegada, la ciudad inició su defensa con sus propios medios. Se aprovechó la llegada de un barco francés para evacuar a la población civil el 16 de diciembre. Pero Melilla y la costa se vieron azotados por 21 días de levante que impidieron la llegada de la necesaria ayuda exterior, por lo que la exigua guarnición se vio abandonada a su suerte, incluso por la escuadra del capitán don José Hidalgo de Cisneros que el 24 de diciembre tuvo que alejarse de la costa melillense por el mal tiempo. Fue una Nochebuena muy triste en la que se recrudecieron los ataques de los sitiadores.
El 29 de diciembre, con una leve mejoría del tiempo, llegaron a la costa 24 embarcaciones de transportes y otras de guerra, como el San Jenaro con 70 cañones. De esta forma la ciudad recibió cuanto precisaba para el largo asedio e incluso tuvo que devolver a Málaga parte de la mercancía por falta de espacio donde almacenarla. Durante cien días, la ciudad fue objeto de duros bombardeos y de escaramuzas por parte de las tropas invasoras, que fueron repelidas por los escasos habitantes de la ciudad, que tras la incorporación de refuerzos desde la península sumaba 3.251 almas.
El asedio se prolongó hasta la mañana del 19 de marzo de 1775, momento en el que el último de los estandartes del sultán desapareció de la vista de los melillenses, tras el levantamiento del campamento y la marcha de las tropas del rey marroquí. Según los historiadores, el sitio provocó en Melilla 509 heridos y 117 muertos, entre soldados y desterrados, una mujer y un niño, a pesar de que se ordenó el traslado de toda la población civil residente en Melilla a la Península.
Los cuerpos de las víctimas fueron enterrados en «la bóveda de las Ánimas, Patio de Tahona, Bóveda de la Soledad y en los alrededores de la iglesia de la Purísima Concepción». El monarca Carlos III dictó que cada 19 de marzo se celebrara, con un oficio religioso, el fin del sitio en recuerdo a los defensores comandados por un valiente septuagenario, el mariscal de campo Juan Sherlock, de origen irlandés.

La misa será en el Sagrado Corazón

La Ciudad Autónoma, como cada 19 de marzo desde aquel 1775, celebra el fin del sitio. Por tal motivo, hoy, a las 12 de la mañana se oficiará una misa en la Iglesia del Sagrado Corazón a la que acudirán las autoridades civiles y militares. Previamente, a las once, se dirigirán al Túnel de la Florentina, lugar en el que se levanta el monolito en recuerdo del mariscal Juan Sherlock, donde se colocará una corona de laureles. Seguidamente se interpretará el himno de Melilla y el nacional a cargo de la Banda de Música Ciudad de Melilla.

Redacción

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