Los actos institucionales sirven como un doble espejo para anfitriones e invitados. Los primeros deben ser conscientes de lo que quieren alcanzar y a los segundos se les pide, igualmente, un comportamiento que sin duda y en ambos casos representa también la mejor tarjeta de presentación. El Protocolo por ser una ciencia, ni se improvisa pero tampoco debe ser algo demasiado estático, ya que si añadimos la comunicación y gracias a ella debemos conseguir que sea eficaz para una empresa o para la Administración. El éxito de un acto consiste en que el Protocolo no se note y que los objetivos se cumplan. El pasado día de la Fiesta Nacional y en la recepción ofrecida en el Palacio Real pudimos observar como el presidente del Gobierno y su mujer tras saludar a SS.MM. los Reyes se colocaron en la misma línea de saludo, cuando lo habitual es que continuasen. Esta situación, calificada de fallo de Protocolo, fue portada ayer de todos los diarios nacionales, las redes sociales se hicieron eco y en los telediarios se colaba en el sumario. Hasta tanto llegó que en la tarde del sábado, Casa Real emitió este comunicado: "Tal y como esta Casa informó ayer, el presidente del Gobierno y su esposa siguieron en efecto y en todo momento las indicaciones de la Casa de Su Majestad el Rey, que fueron las de que permanecieran en el Salón del Trono del Palacio Real con Sus Majestades, hasta que los siguientes invitados llegaran a las inmediaciones de dicho salón para proceder al tradicional saludo a los Reyes. Como quiera que la presencia del resto de invitados quedó restablecida de forma inmediata, el ritmo habitual de saludo fue recuperado sin solución de continuidad, y se produjo la situación sobrevenida a la que se hace referencia". El Palacio de la Zarzuela habla de malentendido a la situación descrita y si vemos las imágenes podemos observar como un miembro de su personal se acerca con rapidez para indicarle al jefe del Ejecutivo que lugar es el suyo. Pedro Sánchez no es la primera vez que asiste a un 12 de Octubre, sino la cuarta. Y además la razón por la cual no pueden colocarse a continuación de los Reyes, la encontramos en que solo puede haber unos anfitriones que además están en su "casa institucional". Tomamos como referencia que ocurre cuando D. Felipe VI decide asistir a un Consejo de Ministros, en esa ocasión es el jefe del Ejecutivo el que le cede la presidencia. También debemos analizar cómo se desarrolló el "besamanos" y así podemos encontrar que entre los principales invitados, a excepción de Pablo Casado y su mujer, los demás no hicieron lo debido ante los monarcas. Como otras veces hemos destacado nunca puede confundirse una ideología con la manera de saludar e incluso de vestir. El respeto es otra regla a tener muy presente en cualquier momento. Aquello del saber estar nace del saber ser y desemboca en el saber funcionar, algo que sumado nos da eficacia.
