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Mª Dolores Arjonilla, en la atención al enfermo de Alzheimer "nunca debe faltar el amor"

Arjonilla a las puertas del Centro de Día en Tiro Nacional

Afirma Mª Dolores Arjonilla, presidenta de la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer, que en la atención al paciente "nunca debe faltar el amor y la paciencia". Es el consejo principal que extrae tanto de su experiencia personal como de los veinte años que acaba de cumplir la Asociación que preside, una entidad que "ha sido y sigue siendo un referente sobre la enfermedad en la ciudad, y eso es mucho".

Hay que comprender que el Alzheimer no tiene cura, que va a más, que es desagradable porque no hay mejoría. La familia debe conocer todo este proceso y que llegará un momento en el que ese familiar diagnosticado llegará a estar encamado y que no les va a conocer, y es todo difícil, pero ahí está nuestro trabajo. Se acercan al centro personas no solo que quieren traer a su familiar, sino que acuden en busca de asesoramiento y guía. Después ellos deciden si ingresar a su familiar en una institución o atenderlo en casa, porque son muchos los condicionantes.

No estamos preparados para ver venir una enfermedad que llega rápida y para quedarse. Nos da miedo pensar que estos son síntomas del Alzheimer, y la pregunta que también te haces, es si tu padre o tu madre la tienen, si tu también la desarrollarás. La duda siempre está.

Por ese motivo, la formación que damos a los niños desde pequeños es fundamental, porque les explicamos qué es la enfermedad, cómo podemos ayudar a los abuelos en casa, que no tengan miedo, ni tabúes a la hora de hablar de la enfermedad, que es fundamental. Que sepan que el abuelo no está loco, no ha perdido la cabeza, sino que está enfermo. Es fundamental concienciar a la población y que cuando nos toque de cerca, podamos pedir ayuda y no nos veamos desbordados.

Lo que ocurre con el cuidador principal es que se quema, porque no es lo mismo ir un rato a tu casa y estar una hora con tu madre, que estar 24 horas al día pendiente de ella, porque lo mismo te pasas una noche sin dormir, a su lado, porque la medicación no le ha hecho efecto y esperas que se le pase la crisis y cierre los ojos.

Todo esto te quema. Para mí fue muy violento la primera vez que tuve que cambiarle el pañal a mi padre, porque él me había cuidado durante toda mi vida, y ahora tenía que hacerlo yo. Se produce un cambio de rol. Es muy difícil enfrentarse a todo esto y por eso te tienes que animar, e intentar no venirte abajo.

En cuanto a la asociación, siempre digo que el tema económico se puede conseguir, si no un año, tal vez al siguiente, pero lo que nunca debe faltar es afecto, sentimientos, paciencia, cariño, que podamos demostrar a las familias que seguimos estando ahí, que podamos seguir teniendo el mismo respeto que hasta ahora. Lo económico se consigue después, pero lo que importa son los sentimientos, que no falten nunca para tratar a nuestros usuarios.

Jesús Andújar

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