Los musulmanes de Melilla celebran este lunes el nacimiento del profeta

Los musulmanes de Melilla celebran este lunes el Mulud, una festividad en la que se conmemora el nacimiento del profeta. También es conocida como “La Fiesta de la Bandera”, ya que antiguamente los musulmanes exhibían una bandera blanca en los tejados como símbolo del nacimiento del profeta. En este día la familia se reúne para compartir el desayuno. En él es tradición degustar un plato típico preparado con sémola y leche. Es una fiesta en la que las “tarikas” sufíes (similares a las cofradías católicas) se congregan en las “zawias”. La Ciudad Autónoma de Melilla ha deseado a todos los musulmanes de Melilla un feliz Mulud, “Mawlid” en su pronunciación en árabe.

Las mezquitas de Melilla acogerán hoy el `Al-Maulud ann baui´ en el que se recuerda el nacimiento de Mahoma. Con motivo de la conmemoración, los centros religiosos estarán abiertos durante todo el día para realizar lecturas de versos del Corán en los que se cuenta la historia y la personalidad del profeta.
«Es una festividad que se celebra con mucha alegría en la comunidad musulmana», han indicado.
En el calendario Hijra, con 11 días menos que el gregoriano usado en occidente, la fecha ha quedado marcada el día 12 del mes Rabia que equivale al 20 de abril del año 571. Antes de la conmemoración del propio nacimiento de Mahoma, desde el primer día del mes de Rabia, en las mezquitas se explica las claves de la vida del profeta y se detallan los motivos, el porqué y el cuándo de cada uno de los cinco pilares del Islam: la profesión de fé, la oración, la limosna, el ayuno y la peregrinación a La Meca.
Igualmente durante el mes de Rabia, casi todos los hogares celebran una cena especial, para la que es invitado el imán de la barriada y en donde participan escuelas de coros islámicos. Esta tradición está particularmente arraigada en el norte de África en el marco geográfico que incluye Marruecos, Argelia, Libia, Túnez y Egipto. En la zona de Oriente Próximo y Asia suele explicarse la figura de Mahoma a través de ciclos de conferencias y charlas que se fechan durante el mes del nacimiento.
También habrá fieles y vecinos de Melilla que se reunirán en las mezquitas para celebrar una comida basada en la carne de ternera y el pollo asado, que según la tradición debe ser sacrificado en los hogares para ser entregado a Dios. La comida es enviada a las casas de enfermos y personas sin medios para que también puedan participar en la festividad.
Pese a que las celebraciones se centran en las mezquitas y centros religiosos, el Mulud o «Al-Maulud ann baui» tiene un mayor carácter cultural que religioso. Las festividades religiosas del calendario musulmán se restringen a las conmemoradas por el propio profeta: el sacrificio por la culminación del ayuno y el sacrificio en recuerdo del realizado por Abraham a Dios. El Al-Maulud ann baui es una de las tres festividades culturales del mundo islámico junto al Asrawalmi-ray o día de las ascensión de Mahoma y la Achura, conocido popularmente como el día de los reyes del mundo islámico.
Su nacimiento no fue celebrada por Mahoma o los cuatro califas que le acompañaron en vida. Según el historiador egipcio Muhammad Reda comenzó a conmemorarse tres siglos más tarde de la muerte de Mahoma, mientras que otros autores extienden este periodo dos siglos más.

El profeta que nació con los ojos abiertos

Según la tradición islámica, Amina Bentwahb, la madre de Mahoma, dio luz al profeta el 20 de abril del año 571 asistida por la matrona Achi-Ifda, que dijo que nunca había ayudado a un parto tan fácil. Hijo póstumo de Abd Allah ibn Abd al-Muttalib, el profeta nació con los ojos mirando al cielo, las manos abiertas y muy blancas de piel.
Cuando lo estaban limpiando después del nacimiento adoptó una postura orante, «Mahoma no fue profeta hasta los 40 años, pero en su entorno ya se sabía que era un niño especial, la noche de su nacimiento hubo una luz diferente», han explicado. El primer milagro relacionado con Mahoma ocurrió en su infancia cuando el Ángel Gabriel descendió del cielo, le abrió el pecho y extirpó un coágulo negro para que el niño evitase las tentaciones de Satán.

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