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Los melillenses ‘preparan’ a sus seres queridos para el Día de Todos los Santos

Muchos ciudadanos aprovechan el fin de semana para acicalar las tumbas o nichos en los que descansan familiares o amigos para tenerlo todo a punto en una fecha muy señalada en la que honran a sus difuntos. “Es un respeto”

Si existe una palabra en el mundo para Antonio que defina el significado que guarda el Día de Todos los Santos, esa palabra es respeto. Un respeto a los familiares. “Simplemente eso”, resume con sencillez este ciudadano que este sábado acudió con su mujer, Toñi, a preparar las tumbas de sus seres queridos para honrarlos el próximo martes 1 de noviembre, Día de Todos los Santos.

“Somos de la religión cristiana, es una tradición y están aquí los padres y los abuelos y hay que intentar, mínimo una vez al año, sobre todo para los que somos de fuera, respetar la tradición”, explica.
Esa misma sensación también la lleva consigo Chari, quien resalta la importancia de dicha festividad para ella y su familia. “Es algo muy importante para nosotros. Ya no tenemos a nuestros seres queridos y tenemos que venir a homenajearlos. Aunque sea solo un día al año, pero hay que venir”, dice con la voz quebrada por la emoción.


“No hay que dejar de venir, aunque vengas todos los años”, aboga Victoria, una melillense que apuesta por el Día de Todos los Santos como una fecha especial en la que confluyen la tradición y los sentimientos más intensos.
“Han pasado ya 35 años de la pérdida de mis padres, pero como el primer día: emoción”, afirma.

“El cementerio está que da pena”
Suele ser habitual en los días previos a la celebración del Día de Todos los Santos que los ciudadanos llevan a cabo los correspondientes preparativos para tenerlo todo a punto para tan señalada fecha. Este año, con puente de por medio, muchos han aprovechado el fin de semana para adecentar las tumbas y nichos de sus seres queridos y comprarles flores nuevas con las que adornar los lugares en los que descansan para toda la eternidad.


Así pues, no resultaba extraño ver este sábado en el Cementerio de La Purísima Concepción a personas limpiando y acicalando dichas tumbas y nichos, como tampoco ha resultado extraño escuchar las quejas de muchos de ellos por el estado en el que se encuentra el camposanto pocos días antes de dicha festividad.


“(Está) Dejado totalmente. Como no se vayan a limpiar mañana (por este domingo). Este año está fatal. Sobre todo la galería de abajo que es la de San Rafael, que está dejada de la mano de Dios”, critica Victoria. “Ya no son las tumbas, que a lo mejor son cosas de cada familiar, es en sí todo”, añade.


Milagros, una ciudadana que este sábado limpió la tumba de un familiar, es aún más rotunda en su diagnóstico. “El cementerio está que da pena. Está abandonado como nunca. No se han preocupado nada más que de limpiar los filitos de los caminos, las calles están hechas una porquería, etc.”, denuncia.
“Lo mismo que está la calle sucia, lo está el cementerio. La bulla es por los Santos. En cuanto pasen estos días, vuelve a estar dejado”, asegura Ángeles, una ciudadana que fue este sábado a visitar la tumba de su esposo.


A la falta de limpieza del cementerio, algunos ciudadanos achacan otro problema más, como es la ausencia de agua para limpiar las tumbas y colocar las flores por la tarde.
“Los cortes de agua que se están produciendo en estas fechas no son normales”, comenta Juan Carlos, un melillense que cuenta que por la tarde cortan el agua en el cementerio, impidiendo a muchas personas realizar dichas tareas.


“Supongo que están haciendo trabajos en la desaladora, pero podrían retrasarlo un poco por estas fechas y que den agua”, aboga.
A pesar de estos inconvenientes, nada ni nadie les va a arrebatar a cada uno de ellos la emoción de volver a reencontrarse con sus seres queridos un años más.

Miguel Rivas

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