Los capataces y el tropezón

Leía en la prensa de melilla ayer que, ponían los teléfonos y nombres de los capataces de cada sector o zona, lo cual me pareció, dentro de esta sociedad tan despreocupada melillense a la que lo que más la interesa es el claxon y la velocidad, con menos orden que concierto pues todo el mundo tiene prisa. Y claro está, esto choca, pues que en 12 km cuadrados haya tanta "prisa", no es acorde con el kilometraje. Otra cosa es que no se haga ejercicio suficiente, dadas las distancias y excesivo coche. Esto no quiere decir que una invasión cíclope, sea la solución al no tener la suficiente mentalidad a ese tal respeto a la norma de tráfico. Más teniendo de que te "birlan" la bici en menos que canta un gallo, camino de la Serranía del Gurugú. Y por otro lado, no hay mentalidad suficiente de derechos y respeto, entre la ciclista y el conductor, ni de uno, ni del otro, donde el peatón elemento esencial para el sano ejercicio físico, sufre las consecuencias de tantos derechos concurrentes.

Hay ejemplos reales, de que unos u otros van a su "bola", porque los hemos sufrido en nuestras sensaciones peatonales. Aparte de las que les conté en anterior exposición, ayer, casi derriban a mi "yosuhombre" en un paso de peatones existente en la calle José Antonio P de Rivera (Banco de Sabadell); pasa un 4×4, cruzan y de repente da marcha atrás, sin a ver visto que dos personas estaban para cruzar cuando él pasó hacia adelante. Avisos, chillidos, voces del público, mi hija salta pero su madre, lesionada, solo pudo poner la mano en la rueda de repuesto, trasera. El individuo, se bajó libido; luego, correctamente se brindó a todo, incluido llevarla al hospital. No hizo falta, gracias a Dios. Pero decía en TV POPULAR el Consejero Sr. Calderón, de poner pasos elevados que obliguen a bajar la velocidad y a mirar por donde se va. Es necesario y no estamos inventado nada que no haya sido probado ya.

Pero que tiene que ver esto con la capatacía, pues viene, a colación sale porque ya van don veces que me encuentro en la Avenida de la Democracia en la acera del Parque, frente a las casas que eran de Obras y Juntas de Puerto (ahora no sé de quién son) un mojón (no puede tener otro nombre) de un grosor de unos ocho centímetros de alto y un cuadrado de una losa de esas de terrazo de unos 40×40, y encima gris; al cual lo dejan adrede para fijar una reparación en la solería, pienso yo. El problema es que el tropezón te puede llevar al Ayuntamiento con el pie en la mano… O dejar la cabeza clavada en el muro del parque. En una palabra, hay que pensar, no se puede hacer las cosas al buen tuntún. Por lo que lo del capataz y su teléfono es muy buena idea… Si lo coge.

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