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Lo condenan a 21 meses tras protagonizar una persecución de película por el centro

La persecución acabó en el puente del Parque de Bomberos

A altas horas de la madrugada del viernes 5 de febrero de 2012, el acusado -un joven melillense sin antecedentes- se encontraba en un vehículo, estacionado en el aparcamiento del Puerto Deportivo, cuando decidió “dar una vuelta” a gran velocidad por el centro. Una patrulla lo vio y comenzó una persecución de película que involucró a varios vehículos de Policía Nacional y Local, y que casi acaba en desgracia cuando el acusado estuvo cerca de atropellar a un agente. Finalmente el joven fue interceptado y detenido, teniendo que ser sacado a la fuerza del coche por una ventana. No tenía permiso de conducir y estaba muy bebido. La Fiscalía pedía inicialmente casi 5 años de cárcel, que se quedaron en “solo” 21 meses debido a una conformidad. Según los hechos descritos por el Ministerio Fiscal y reconocidos por el propio acusado en el acto de la vista oral, sobre las 4 de la madrugada del viernes 5 de febrero de 2012 el acusado, un joven melillense sin antecedentes penales, se encontraba en el interior de un vehículo -propiedad de su primo- estacionado en el aparcamiento del Puerto Noray, en compañía de un amigo (también acusado, y condenado con anterioridad a este juicio).
El joven, que carecía de permiso de conducir y se encontraba bajo la influencia de bebidas alcohólicas, decidió irse a dar una vuelta con el coche, de manera que se dirigió al centro de la ciudad a gran velocidad, llamando la atención de un vehículo patrulla de la Policía Nacional, que comenzó a seguirle y a darle el alto. El joven acusado hizo caso omiso de las señales de la Policía y huyó a gran velocidad por las calles de Torres Quevedo y O’Donell.
A la altura de O’Donell (que todavía no era peatonal), un vehículo patrulla de la Policía Local vio la persecución y también intervino, colocándose delante del coche del acusado y aminorando la marcha hasta obligarle a parar. Una vez detenido, uno de los agentes de Policía Local bajó del coche y se aproximó al acusado. Cuando el agente estaba a pocos metros, el joven aprovechó para acelerar súbitamente, obligando al policía a saltar hacia un lado para evitar ser atropellado, y retomando la huida, esta vez perseguido por la Policía Nacional y la Local.
El joven se dirigió al Paseo Marítimo, obligando a las personas que se encontraban haciendo botellón a apartarse de su camino; a continuación, esquivó a un coche patrulla que se había interpuesto cortando la calle y acabó siendo interceptado en el puente del Parque de Bomberos.
Al verse rodeados de policías, los dos tripulantes del vehículo (ambos coacusados) decidieron permanecer en el interior del mismo, haciendo caso omiso de las indicaciones de los agentes, que les instaban a salir del coche.
La negativa de los jóvenes a obedecer incluso provocó que uno de los agentes efectuara un disparo de intimidación (al aire), que tampoco tuvo el efecto deseado, ya que los jóvenes permanecieron en el coche.
Finalmente, los agentes se vieron obligados a romper la luna del vehículo para sacar a la fuerza por ella a los acusados, que se revolvieron con el fin de evitar la detención.
El acusado, que desprendía un fuerte olor a alcohol y presentaba signos evidentes de intoxicación etílica, se sometió voluntariamente a la prueba de alcoholemia, “dando” 0,40 y 0,42 mg/L.
El Ministerio Fiscal interesaba inicialmente para el acusado la imposición de una pena de 2 años (más 6 de privación de carnet) por los delitos -en concurso ideal- de conducción sin permiso, conducción bajo los efectos del alcohol y conducción temeraria; otros 2 años por un delito de atentado; 9 meses por un delito de desobediencia grave, y una multa de 600 euros, más el pago de una indemnización de 400 euros, por las lesiones causadas al agente que tuvo que saltar para evitar ser atropellado.
El reconocimiento de los hechos por parte del acusado suscitó un acuerdo de conformidad según el cual se le rebajó la pena a únicamente 21 meses de prisión, más el pago de una multa de 2.160 euros y los 400 euros de la indemnización. Al carecer de antecedentes, el acusado no ingresará en prisión.

Fernando Lamas Moreno

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