Según sostiene el Ministerio Fiscal, el pasado 14 de junio la acusada -expareja del denunciante- se personó en el puesto de trabajo de la víctima para reclamarle el pago de una factura. La conversación derivó en discusión, y ésta en una agresión por parte de la acusada, quien presuntamente abofeteó a su expareja produciéndole lesiones leves y la rotura de sus gafas y de una pulsera que llevaba. El Ministerio Fiscal interesó para la acusada la imposición de una pena de 35 días de trabajos en beneficio de la comunidad, mientras que la defensa argumentó falta de pruebas y motivaciones espurias tras la denuncia, interesando la absolución. Según el relato sostenido por el Ministerio Fiscal, el pasado 14 de junio, sobre la 18:30, la acusada -expareja sentimental del denunciante- se dirigió al lugar de trabajo de la presunta víctima para exigirle el pago de una factura pendiente; se produjo una fuerte discusión que presuntamente acabó con la acusada agrediendo a su expareja. Según relata el escrito de acusación, la mujer se abalanzó sobre el denunciante, propinándole una bofetada en el rostro, causándole un arañazo en la mejilla y una herida en la parte derecha de la cabeza, y rompiéndole las gafas y unas pulseras que llevaba.
Tanto la acusada como el denunciante se acogieron a su derecho a no declarar, si bien el Ministerio Fiscal recurrió a la declaración del forense de los Juzgados, quien se encargó de la exploración física del denunciante y a quien el mismo relató que había sufrido una agresión por parte de su expareja. El médico forense examinó a la víctima 2 días después de la presunta agresión, y más allá del informe en el que recogió las lesiones, recordó que «presentaba heridas». Al ser preguntado por el juez acerca de si existía la posibilidad de que dichas heridas fueran autoinfligidas, el forense afirmó que era posible, aunque «complicado», especialmente en lo referente a la herida que el denunciante presentaba en la zona temporal derecha de la cabeza.
El Ministerio Fiscal consideró probados los hechos, recordando la testifical de la Policía, en la que los agentes afirmaron que el denunciante había atribuido las lesiones a su expareja, e interesó para la acusada la imposición de una pena de 35 días de trabajos en beneficio de la comunidad, más un año y medio de alejamiento, por un delito de malos tratos.
La defensa, por su parte, interesó la libre absolución de la acusada aludiendo a la total falta de pruebas; «la única prueba de cargo sería la declaración del denunciante, que no se ha ratificado». Además, puso de relieve las «contradicciones» aparentemente existentes entre los diferentes partes de lesiones e hizo referencia a los supuestos «motivos espurios» del denunciante: «ella fue a denunciarle porque no le pasaba la pensión, y él decidió denunciarla antes por esto, para conseguir llegar a un acuerdo, como finalmente ha sido», concluyó la letrada de la defensa.
