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Las principales asociaciones de militares convocan al colectivo a manifestarse en Madrid el próximo 16 de octubre

Hartos del ninguneo retributivo al que son sometidos los miembros de las Fuerzas Armadas, las principales asociaciones profesionales militares (ASFASPRO, AUME y ATME) llaman a salir a la calle para reclamar “a viva voz el derecho a percibir una nómina justa”.

La Asociación de Tropa y Marinería Española “ATME”, ha remitido una nota de prensa para aclarar que “los militares llevan mucho tiempo protagonizando en los medios las noticias sobre todo tipo de crisis, especialmente en los últimos dos años (pandemia, incendios, nevadas, fronteras de Ceuta y Melilla, evacuación de Afganistán…), donde, en todas ellas han demostrado con creces su profesionalidad y su buena formación, por penosa, dura, peligrosa o tensa que haya sido la situación”.

Esta asociación, indica que “a la vez, llevan mucho tiempo exponiendo la paupérrima situación de sus retribuciones, la cual ha sido reconocida como grave por todo el arco parlamentario. La propia ministra de Defensa reconocía públicamente hace poco que los militares cobran poco”.
Lamentablemente, “se ha aprovechado la disciplina de los profesionales de las armas para mantenerles a la cola de las retribuciones públicas sin atender a sus demandas y sin modificar la situación: los últimos presupuestos generales del Estado posibilitaron darles unas pocas migajas y nada más. No hay voluntad ni respeto”, manifiesta.
En este sentido, hartos de una situación injusta para ellos y para sus familias, las tres principales asociaciones profesionales (ASFASPRO, AUME y ATME), convocan una manifestación en Madrid para el próximo sábado, 16 de octubre, donde reclamarán “de viva voz el derecho a percibir una nómina justa y adecuada al desempeño profesional. Porque unos ejércitos profesionales no pueden tratar a sus miembros como mera carne de cañón a la que se compensa con chapas y abalorios”, opinan, dejando claro que “el respeto profesional empieza por una retribución adecuada: con buenas palabras no pagamos el recibo eléctrico ni el pan para nuestros hijos”.