- Buenas tardes
- No son tan buenas. Pero bueno…
- ¿No son tan buenas? ¿Por qué?
- No se ha dado cuenta. Ha venido Vd. a una tienda de lágrimas… Eso acondiciona.
- ¡Ya! Le comprendo.
- Bien. Aparte de su comprensión a mí persona, quiere Vd. algo de mi tienda.
- Pues sí señor. Yo venía a que me informara sobre la existencia que tiene de lágrimas. Calidades y precios.
- De calidades tenemos un amplio surtido. Y de precios, depende de la lagrima que Vd. desee.
- Yo desearía una que no fuese muy cara, pero tampoco una lagrima muy corriente. ¿Tiene Vd. un catálogo?
- Se nos han acabado. Pero venga conmigo y le mostrare la existencia que tenemos disponibles. ¡Venga!¡Venga al almacén! Podrá Vd. elegir la que más le convenga.
- ¿Son muchas?
- Hombre, algunas hay. No como antes que había un gran surtido. Pero algo hay donde escoger. Mire…En esa estantería del fondo, están las lágrimas más caras. Por eso apenas se ven. En la otra del centro, son las más corrientes. Esas son más conocidas Y en esos bidones de la primera fila, las lágrimas de saldos. Así que Vd. me dirá.
- Yo lo que le digo, es que veo aquí una gran cantidad de botellas, con etiquetas de colores. Pero que en realidad no sé qué contienen Por ejemplo esta botella grande que hay aquí.
- La etiqueta lo dice: “Lagrimas de niños”. Pero esa tiene varias especialidades.
- ¿Especialidades?
- Si. Las de Niños traviesos. Niños quejicas. Niños caprichosos…En fin, creo que no serán estas las que viene buscando.
- ¡Por supuesto que no! Precisamente acabo de dejar a mi hijo llorando en casa. No. Yo busco algo distinto.
- Bien. Vamos a ver si damos con lo que busca. Mire. Aquí tenemos en esta estantería. Lágrimas de novias. De abuelas. De cuñadas. De sobrinas….
- ¿De cuñadas? Es curioso.
- No. Mas bien curiosas…Pero de estas apenas quedan. Y las que quedan están, algo rancias.
- ¿Y estas?
- ¿Cuáles?
- Estas. Que están en botellas parecidas a los refrescos.
- ¡Ah! ¿Esas? Esas son de niñas enamoradizas. Estas se venden mucho en los conciertos de música…
- De esas tengo yo para regalar… Si le contara…
- Y yo. Pero sigamos: En esta estantería, están los botes de los hinchas deportivos. De los programas televisivos. De los exámenes escolares….
- Aunque no se si será la indicada a la que busco… ¿Lagrima de amor, le queda alguna?
- Tenía un barril lleno. Pero un día limpiando el almacén se derramo y la lágrima cayó en la arena y…
- Comprendo…Estas botellas azules… ¿Que contienen? Son bonitas estas botellas.
- Esas guardan…- Pero son muy caras. – Lágrimas de la Lotería Primitiva, de La Quiniela. Sobre todo, del Gordo de Navidad. Pero ya le digo, son lágrimas muy caras, porque tampoco se fabrican mucho…En fin Vd. dirá.
- Yo lo que busco son lágrimas de viudas.
- -Entiendo. Lagrima de confortar viuda. Precisamente se habían terminado y acabamos de recibir una partida con perfumes incluidos. Se la enseño….
- ¡No! ¡No! No es lo que Vd. imagina. El finado era mi jefe. Tenía 70 años y su mujer cinco más que él. Se puede dar una idea de la lágrima que busco.
- ¡Lo entiendo!… ¡Lo entiendo! Lagrima. Consuelo. Estas son muy solicitadas. Aunque casi siempre nos devuelven los sobrantes.
- ¿Los sobrantes? No entiendo.
- Si. Porque estas lágrimas, más que venderlas, las alquilamos. Y el que la alquila, usa las que le interesa, y el resto nos las devuelve. Abonando solo las que gasta. Tuvimos que adoptar este sistema, pues apenas se vendían. Hoy la gente, no está por gastar mucho en consolar a nadie. Si le interesa esta clase, hace tiempo recibimos una pequeña cantidad y como apenas se venden, algo queda en existencia. Eso sí. Están un poco pasadas de fecha. Pero con un poco de colonia son pasables. Se las enseño.
- Pero antes dígame el precio.
- No se preocupe. Ya nos arreglaremos.
- Yo no quiero gastar mucho…Por eso vengo. A ver si la viuda me sube el sueldo, porque mi jefe…Aunque yo preferiría: Lagrimas de sueldo corto y familia larga… ¿Le queda algo por ahí?
- Creo que eso lleva ya un tiempo sin fabricarse. En su lugar pusieron las especialidades de Protestas. Manifestaciones. Gritos etc.…Que vienen haciéndole la competencia. Pero Vd. tranquilo. Me ha caído bien, y le voy a preparar una botella de litro…
- ¿No serán muchas lágrimas un litro?
- ¡Que va!.… Las que sobren, las guarda. Siempre habrá ocasión de usarla. Además, el combinado que le voy a preparar, tiene salida siempre. Fíjese. En esta botella de litro, vamos a poner un cuarto de lágrimas de Recuerdo… ¿Qué le parece? Otro cuarto de Agradecimiento… Y medio litro de lágrimas de Cocodrilo. Y va a quedar Vd. de pena, que es lo que se pretende…
- Me parece bien. Así que dígame lo que le debo. Pero antes de irme, tengo una curiosidad…
- ¿Una curiosidad? Dígame.
- En la estantería del fondo. Esa botellita blanca que esta escondida, sin etiqueta…. ¿Qué contiene?
- Son lágrimas de madre. Las tengo aquí hace mucho tiempo. Pero esas ni se compran ni se venden.
Buenos días y….
