Melilla avanza. Pronto tendremos un nuevo y actualizado Plan Estratégico, junto con acciones concretas a poner en marcha "para conseguir que la Melilla del futuro sea la que todos los melillenses queremos: próspera, segura, orientada hacia los ciudadanos, abierta al mundo… y no hay tarea más apasionante que la de construir el futuro, una tarea que nos concierne a todos". Un amigo Guardia Civil me comunica que a Melilla han venido, y en ella están, varios miembros de la CIA, el servicio de inteligencia norteamericano, lo cual puede interpretarse como una buena y/o como una mala noticia. La noticia se produce casi al mismo tiempo en el que hay un nuevo atentado islamista en una gran ciudad occidental, Londres, que no hace sino confirmar que tales atentados son también posibles en Melilla, aunque los melillenses tendamos a pensar -como mi amigo Guardia Civil me indicaba con acierto- que eso jamás ocurrirá en nuestra ciudad. Lo malo de la presencia aquí de miembros de la CIA es que da pábulo a pensar que Melilla no está libre de ese tipo de atentados, en los que nuestras fuerzas de seguridad, como las del resto de occidente, no están todavía, en cuanto que inexperimentadas, bien preparadas, como lo están en España para la lucha contra ETA, por ejemplo. Lo bueno de la estancia aquí de los servicios secretos norteamericanos es que puedan ayudarnos a saber más para luchar mejor contra esta plaga lamentable de violencia ultra religiosa que propone el paraíso ultraterrenal a los que se suicidan tras causar muertes entre los infieles. Un ejemplo lamentable más, entre otros muchos, de lo fácil y lo peligroso que resulta prometer soluciones fáciles a problemas complejos, como solucionar problemas y situaciones personales lamentables yéndose a un inexistente paraíso, a cambio de matar inocentes y cuantos más mejor.
Los independentistas catalanes, en un tono mucho menos grave desde el ángulo vital pero sí extraordinariamente peligroso en lo social, también proponen y venden soluciones fáciles a problemas complejos. Cataluña, como el resto del mundo, ha sufrido una crisis y se ha empobrecido, porque allí la crisis se ha agravado con auténticos, gigantescos y demostrados robos de gran parte de la clase dirigente catalana. La solución fácil de esa clase ha sido identificar a España como la que roba a Cataluña y proponer a los catalanes el advenimiento de un paraíso terrenal en el que todos serán ricos y disfrutarán, también, de una productiva estancia -ya sin el yugo español aunque manteniendo a los españoles como el principal comprador obligado de sus productos- en la Comunidad Europea.
Ahora los Artur Más y compañía, pretenden utilizar a Escocia como nueva referencia para realizar un referéndum constitucional separatista sólo en Cataluña. La diferencia, ocultada por los separatistas catalanes, es que los políticos escoceses han respetado la ley (en el Reino Unido no hay una Constitución que impida la separación, como sí ocurre en España) mientras que en Cataluña pretenden conculcarla. Además, la mayoría de los escoceses prefieren seguir en la UE, de la que va a salir Inglaterra por su propia voluntad. Los líderes independentistas catalanes venden que, inconstitucionalmente, pretenden separarse de España, y que, tras la separación, no van a salir de la UE, que explícitamente impide que entren en la Comunidad países separados de los actuales miembros, o sea, engañan a los ciudadanos asegurando que el referéndum anticonstitucional es legal y que una Cataluña separada de España seguirá en la UE.
Aunque Henry Ford, el hombre que democratizó el automóvil, dijo: que "pensar es uno de los trabajos más duros que existen, por eso muy pocas personas lo hacen", el gran Aristóteles afirmó que "todos los hombres, por naturaleza, desean saber". Lo decía en su Metafísica, una serie de diserciones de difícil lectura (el filósofo árabe y español Avicena decía haber leído cuarenta veces la Metafísica sin entenderla). Aristóteles fue durante siete años (343 a.J.C.- 336 a.J.C.) preceptor de Alejandro Magno en la corte de Macedonia, o sea, conoció muy bien el poder, y en su Retórica, habló de los modos de persuasión vía la palabra: el ethos, el carácter personal del que habla; el pathos, la influencia emocional; el logos, las razones lógicas proporcionadas por el que habla. Tres modos de persuasión, especialmente el pathos, el de la influencia emocional, que tantos expertos en comunicación han copiado hoy día y muchos políticos tan distorsionadamente aplican (véanse los líderes populistas, los islamistas radicales, los separatistas catalanes, etc., etc., y compruébese lo fácil -y lo peligroso y nocivo- que es vender, y que te compren, soluciones fáciles a problemas complejos).
Por cierto y en lo que a los podemistas y socialistas tipo Sánchez respecta, viene bien recordar la frase que una buena amiga -a la que, sin darle nombre, cité en una de mis Cartas anteriores- me envía ahora con un correo, una frase de Margaret Thatcher: "No olvidemos nunca esta verdad fundamental: El Estado no tiene más dinero que el que las personas ganan por sí y para sí mismas. Si el Estado quiere gastar más dinero, sólo puede hacerlo endeudando tus ahorros o aumentando tus impuestos. No es correcto pensar que alguien lo pagará. Ese "alguien" eres "tu". No hay "dinero público", sólo hay "dinero de los contribuyentes". Y no seamos optimistas sobre el futuro de las pensiones porque, aunque pueda ser políticamente incorrecto decirlo, la verdad nos hará libres y la vaca española, los contribuyentes, ya no da para más leche, por mucho que quieran exprimirla.
Posdata. Melilla avanza. Pronto tendremos un nuevo y actualizado Plan Estratégico, junto con acciones concretas a poner en marcha "para conseguir que la Melilla del futuro sea la que todos los melillenses queremos: próspera, segura, orientada hacia los ciudadanos, abierta al mundo… y no hay tarea más apasionante que la de construir el futuro, una tarea que nos concierne a todos". La cita no es mía ni de SODEMEL, es del presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, en la Carta-Prólogo de la edición del Plan Estratégico de Melilla de 2008. Suscribo yo también la frase y añado: amén, que así sea. Es un problema complejo, lo de lograr la Melilla del futuro que queremos, y las soluciones no son fáciles, pero en este caso sí son posibles y, con el apoyo de casi todos, lo lograremos.
Acceda a la versión completa del contenido
La trampa de las soluciones fáciles a problemas complejos
En medio de la constante evolución tecnológica que vive la sociedad española es fundamental que…
Un ciudadano, Abdelazis Mohamed Moh, ha expresado su profundo agradecimiento al personal del Servicio de…
El Gobierno local, a propuesta de la dirección del colegio público ‘Juan Caro’, ha trasladado…
Iván Fernández, delantero de la U.D. Melilla, se muestra ilusionado por su regreso al Estadio…
La Federación Melillense de Triatlón organiza el 1 de febrero la Toma de Tiempos 2025,…
Carlos Gordillo, director de la ONCE en Melilla, ha presentado este jueves el cupón del sorteo del próximo 4…