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La tensión electoral marca el Pleno de Control entre acusaciones y llamadas al sosiego

Rivas pidió sosiego varias veces y advirtió de que sin orden no se podría retomar el debate

La Asamblea de Melilla acogió ayer el que podría ser el último Pleno de Control al Gobierno de esta legislatura, al menos con el formato de preguntas, debido a la próxima celebración de elecciones autonómicas. La tensión política por la cercanía de esa cita con las urnas marcó la sesión de Control, especialmente en su primer punto, en el que Coalición por Melilla (CPM) planteó sus 15 preguntas enfocadas a incumplimientos de promesas electorales y problemas que han centrado la actualidad política en las últimas semanas. Las acusaciones y los reproches entre populares y cepemistas fueron la tónica general entre preguntas y respuestas, provocando que la vicepresidenta primera de la Asamblea, Cristina Rivas, tuviera que intervenir en varias ocasiones, y aunque no llamó al orden en ningún momento, sí pidió sosiego y advirtió de que sin orden no se podría retomar el debate. La tensión se trasladó, incluso, a la bancada del público, donde la presencia de un hombre en pie con un móvil tomando imágenes de la bancada de CPM provocó la queja de este partido y obligó a Rivas a intervenir nuevamente para llamarle la atención e instarle a que se sentara.
Las llamadas a la tranquilidad empezaron muy temprano, en la segunda pregunta del Pleno, cuando el presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, instó al líder de la oposición, Mustafa Aberchán, a que se calmara y no empezara a ofender a su Gobierno. Minutos después, ante las acusaciones del presidente cepemista, Imbroda insistió en su petición de moderación, tranquilidad y sensatez, al considerar que Aberchán estaba “marchoso” y un poco enervado”.

¿Despedida?
La situación se repitió un par de veces más, con rifirrafes de la bancada de CPM con Rivas y el portavoz popular, Daniel Conesa, hasta que Imbroda trató de hacer desistir a Aberchán diciéndole que había llegado “desatado” al Pleno de la Asamblea, con afán de “provocar altercados”, y le preguntó si esa era su manera de “despedirse”. “No merece usted esta despedida, usted también ha trabajado y luchado por su Pueblo, equivocadamente desde mi punto de vista”, agregó Imbroda con mucha calma.
Algo de efecto surtieron estas palabras porque Aberchán, en su réplica, contestó con gracia, provocando las risas en el Salón de Plenos: “Qué cariñoso está usted”, replicó al presidente melillense, y agregó que quizá le viera “marchoso” porque se está preparando para participar en la Carrera Africana de la Legión. En cualquier caso, dejó claro que no se piensa retirar. “A mí me gusta la marcha y voy a continuar hasta que me retiren”, puntualizó antes de que Rivas le instara a seguir con la pregunta, no sin antes reconocerle que el momento de risa le venía bien a todos para “relajarse”.
Sin embargo, poco duró la distensión porque después se vivieron otros dos momentos de cierta tensión, cuando CPM acusó al Gobierno local de llevar a cabo políticas de “contratación a dedo”, y de una “mala praxis” y graves irregularidades” en las oposiciones a la Policía Local. Daniel Conesa respondió al diputado Rachid Bussian diciéndole que no tiene “vergüenza política”, pero se refirió a él como “señor no se qué” al no acordarse de su nombre, lo que fue provocó una reacción airada en la bancada cepemista.

Redacción

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