La Sociedad Protectora de Animales y Plantas de Melilla ha recibido este viernes las llaves de las nuevas instalaciones que ha construido la Ciudad Autónoma en la calle Mustafa Arruf, un momento que la entidad vive “con emoción” porque al fin los animales y voluntarios “pueden tener unas instalaciones adecuadas”. Por esta razón, ha empezado la mudanza y ha anulado la protesta que había convocado para este domingo por la “situación límite” que estaba viviendo y que se estaba prolongando varios años.
Desde la Protectora aclaran que no han mezclado política con los animales que acoge, sino encontrar una solución a ese problema. “Expresar lo que sentíamos y que se entendiera lo que sufríamos cada día”, en definitiva, una necesidad que ahora queda atrás tras recibir unas instalaciones más amplias y en mejores condiciones que los consejeros Miguel Marín, Daniel Ventura y Randa Mohamed han visitado antes de hacer efectiva su entrega.
Marín ha destacado que se trata de unas “fantásticas instalaciones” que cuentan con cuatro boxes y 65 unidades, algunas individuales y otras dobles, además de un espacio singular para gatos. Además, tiene dos edificios, uno para la casa del guarda y oficinas y otro para dos clínicas veterinarias con quirófanos.
El consejero de Fomento ha destacado el esfuerzo del Gobierno actual porque “en solo dos meses y medio ha terminado las obras, las ha recepcionado, las ha inscrito como bien patrimonial y lo va a poner en uso”, mientras que el anterior “no lo concluyó” en cuatro años.
Asimismo, ha mostrado la satisfacción del Gobierno porque ve la luz “un proyecto de hace cinco años del PP” que en los últimos cuatro, con el anterior Ejecutivo, ha sufrido modificaciones con variaciones al alza tanto de tiempo de ejecución como de presupuesto.
Así, según Marín, el proyecto que el PP dejó en 2019 costaba 661.000 euros, cuantía que al Gobierno posterior “le pareció caro y dijo que se podría hacer por 300.000 euros”, pero “la sorpresa” es que “en noviembre de 2021 sacaron un proyecto similar a este por 843.000 euros y 9 meses de ejecución”. Plazo que “llegó a los 22 meses” y presupuesto que se encareció en otros 219.000 euros por un modificado, alcanzando en total los 1.027.000, es decir, “casi el doble de dinero para hacer casi el mismo proyecto del PP”.
Una vez recibidas las instalaciones, ahora empieza el plazo de un mes para culminar la mudanza de todos los enseres y animales que acoge la Protectora en su antigua sede de Huerta Salama, tiempo en el que tendrá que adecuar los cheniles para evitar problemas entre los perros y sanear la zona. Para ello, ha pedido colaboración ciudadana, especialmente de quienes puedan aportar vehículos con los que realizar el traslado.
“Va a ser un mes duro, para nosotros y nuestros animales, por el cambio y la adaptación, pero en cuanto se habitúen lo agradecerán muchísimo”, han aseverado desde la Protectora, que han dado las gracias a todo el mundo que ha hecho posible esta mejora y al conjunto de la ciudadanía por su apoyo.
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