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La poligamia en el Islam, una excepción con profundas raíces culturales

A raíz de la noticia de que España ha reconocido el derecho a cobrar la pensión de viudedad a las dos esposas de un ciudadano marroquí que había servido en el ejército español, ha saltado a la palestra uno de los tópicos más reconocibles del Islam: la poligamia. Si bien se trata de una práctica recogida por el Corán, es bastante inusual dado el gran número de requisitos morales y económicos que se imponen al musulmán que quiera llevarla a cabo. La poligamia era una práctica habitual entre las culturas semíticas, y la aparición del Islam supuso su asimilación, con fines reguladores y justificada entonces por la necesesidades de asistencia a los huérfanos dejados por las campañas militares emprendidas en las primeras conquistas del Islam.

La poligamia ha saltado a la palestra en nuestro país tras la noticia, hace unos días, del reconocimiento del derecho a la pensión de viudedad para las dos esposas de un marroquí que había servido a nuestro país. El reconocimiento y la regulación de la poligamia es uno de los tópicos más llamativos del Islam a nivel mundial, aunque en realidad se trata de una práctica muy poco extendida y que requiere del cumplimiento de una larga lista de estrictos requisitos que hacen de la poligamia un auténtico desafío moral, emocional y económico.
La práctica de la poligamia hunde sus raíces en las profundidades de la tradición semítica, dado que se trataba de una práctica ampliamente extendida en Oriente Medio desde mucho antes de la llegada del Islam (existen referencias a esta práctica en el Pentateuco y en el Talmud). Aunque el origen cultural de la poligamia es todavía hoy un tema de discusión, la realidad es que, con la aparición del Islam y su posterior expansión hasta la muerte del Profeta Muhammad, se produjo un proceso de asimilación y regulación de la misma.
Para una práctica que hasta el momento carecía de regulación o de límites, el Corán y la Sunna establecen una serie de prerrequisitos que sirven para asimilarla, pero bajo un nuevo enfoque: el cuidado de los huérfanos.
Desde la historiografía moderna, apartada de consideraciones religiosas, una de las teorías existentes es que la aceptación de la poligamia tuvo un sentido eminentemente práctico, dado que, en tiempos de Muhammad, la fulgurante expansión militar del Islam por la península arábiga dejó un gran número de muertos entre la población masculina, muertos que dejaban mujeres e hijos desamparados y para los que la poligamia, de ser enfocada debidamente, suponía una salida.
El Corán dictamina al respecto (4:3) que “[…] si teméis ser injustos para con los huérfanos, no os caséis más que con dos, tres o cuatro, de las mujeres que os gusten. Más si aún teméis no poder ser equitativos con ellas, casaos con una sola”.
Además de la referencia a los huérfanos, en la segunda parte de esta aleya encontramos tres de las principales limitaciones a la práctica. En primer lugar, se habla de poliginia, no de poliandria -una mujer no puede tener más de un esposo-, en segundo lugar se establece un límite de cuatro esposas y en tercer lugar, se establece la obligación de ser totalmente equitativo, en todos los aspectos, con cada una de las esposas.
Entre las limitaciones: el Islam exige el consentimiento tácito de ambas esposas; recomienda encarecidamente abstenerse de tener más de una esposa si se teme no ser capaz de ser ecuánime; exige pasar al menos un día completo con cada una de las esposas; exige que a cada una de las esposas se le proporcione un hogar independiente y exactamente los mismos bienes y recursos; y además todos los hijos que tenga con las diferentes esposas son legítimos y el hombre adquiere una responsabilidad para con todos los familiares de cada una de sus esposas.
Como se ha podido ver, la poligamia está reservada para casos muy concretos y contraindicada para el resto, aunque existen muchas tergiversaciones e interpretaciones erróneas que llevan a que, en lugares como Afganistán o Nigeria, por ejemplo, se den casos de hombres con más esposas de las prescritas por las escrituras o en condiciones ajenas a lo estipulado, como podría ser cuando dichas esposas forman parte de una unión poligámica que se ha llevado a cabo en contra de su voluntad.

Fernando Lamas Moreno

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La poligamia en el Islam, una excepción con profundas raíces culturales

Fernando Lamas Moreno

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