La Policía detiene al ladrón de un móvil y al dueño de una tienda que se lo compró

La Policía Nacional ha detenido a dos individuos, uno como presunto autor de un robo con violencia de un móvil, que ha sido ingresado en prisión, y el otro, el dueño de una tienda de telefonía, por receptación, ya que se lo compró por 40 euros, cuando su valor real era de 440 euros.
En una nota de prensa, la Jefatura Superior de Policía ha informado de que los hechos ocurrieron el 1 de febrero, sobre las 21.15 horas, cuando una mujer melillense que paseaba por la Plaza Adolfo Suárez mientras usaba su teléfono móvil fue abordada violentamente por la espalda por un joven.
Este le propinó un fuerte empujón y le arrebató el teléfono de la mano, dándose a la huida por el cauce del Río de Oro, cuyo muro saltó.
No obstante, a la víctima se le quedó grabada en la memoria los rasgos físicos del autor del robo, hasta el punto de que, cuatro días después, lo reconoció cuando este se encontraba en la calle General Macías y llamó directamente al Grupo de Delincuencia Urbana (GDU) de la Policía Nacional, que estaba llevando la investigación.

Lo vendió en una tienda
Los agentes acudieron inmediatamente y detuvieron al presunto autor de los hechos, al tiempo que siguieron con la investigación, que le permitió averiguar que el detenido había vendido el móvil robado a un comercio de telefonía de la zona de las Minas de Rif.
El propietario de la tienda reconoció que compró el teléfono robado por 40 euros, cuando su valor real era de 440 euros, el cual pudo ser recuperado por la Policía, que se lo entregó a su propietaria en calidad de depósito judicial.
Por ello, el dueño de la tienda también fue detenido por un presunto delito de receptación, ya que, con esta actitud, “facilitó que el autor del robo con violencia se aprovechara de los efectos del delito.
El detenido por el robo con violencia es un joven de 23 años de nacionalidad marroquí con dos detenciones anteriores, a quien le constaba en vigor una búsqueda judicial de detención e ingreso en prisión, además de una prohibición de entrada en España, pendiente de su expulsión cuando la situación epidemiológica y fronteriza lo permita.
Pasó a disposición judicial en la mañana del pasado sábado, decretando la autoridad judicial su ingreso en prisión.
El detenido por receptación es un español de 30 años y con siete detenciones anteriores, el cual fue puesto en libertad con cargos, con la obligación de acudir ante la autoridad judicial en tantas ocasiones como fuera requerido, después de prestar declaración en dependencias policiales.

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