La Jefatura Superior de Policía ha informado que el pasado día 27 de agosto fue detenido, por agentes del Grupo de Delincuencia Urbana (GDU), un conocido delincuente habitual -en su historial hay 44 arrestos anteriores- que hace de la estafa su modus vivendi, quien fue denunciado por ese motivo hasta en cuatro ocasiones anteriores en el último año. Según su modus operandi, tal y como ha explicado la Policía, el ahora arrestado, un marroquí de 46 años edad, realizaba una cuidadosa selección de la víctima, buscando siempre a personas muy vulnerables, ya sea por razones de edad, por su situación socioeconómica, enfermedad, etc., preferiblemente personas que se encuentran solas y con necesidades acuciantes. Un compinche, un español de 36 años también con antecedentes policiales -tiene sobre sus espaldas 4 detenciones-, también fue apresado.
El presunto estafador se mostraba con buena presencia y, utilizando el engaño, daba a entender que quería ayudar, así se ganaba la confianza de la víctima, a las que decía que debían realizar algún tipo de gestión y que él las iba ayudar, para lo cual les pedía dinero, tal y como detalla un portavoz policial. Sin embargo, no realizaba ninguna gestión beneficiosa para la víctima, sino que simulaba hacerlas, a veces con el apoyo de otras personas y usando documentos falsos. A partir de ahí, todo eran peticiones de dinero e incluso las obligaba a empeñar sus joyas u objetos de valor, siendo su única finalidad el ánimo de lucro, dejando a sus víctimas en una situación de necesidad inmensamente mayor de lo que estaban.
En este caso, fue denunciado por una mujer que dijo que la abordó en la parada del autobús del Mercado del Real, vistiendo uniforme laboral de color azul marino, y colgando de su cuello una tarjeta identificativa como empleado del Ayuntamiento, por supuesto falsa, quien le ofreció un empleo en Málaga como cuidadora de una persona mayor, ofreciéndose para encargarse de todos los trámites. Después de quedar con ella en otro lugar, le pidió su pasaporte y 200 euros para los trámites. Como no tenía el dinero, la acompañó a una joyería para que empeñara un anillo, ha detallado la Jefatura Superior de Policía. Al día siguiente, le pidió otros 200 euros, y esa misma noche, 100 euros más para los pasajes de viaje. “Desde entonces, ya no volvió a verlo ni pudo contactar con él, ya que su teléfono estaba siempre apagado” ha narrado el portavoz de la Policía Nacional.
El detenido, de 46 años y nacionalidad marroquí, a quien le constan 44 detenciones anteriores, fue puesto a disposición judicial, junto a un compinche, de 36 años y nacionalidad española, con 4 detenciones anteriores.
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