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La patrulla Aspa emociona a los melillenses con sus acrobacias en la conmemoración de los 521 años de españolidad de la Ciudad

Los helicópteros de la patrulla Aspa ascendieron para saludar a los centenares de melillenses

Centenares de melillenses celebraron en el día de ayer el 521 aniversario de españolidad de la Ciudad en la playa de Los Cárabos viendo las diferentes acrobacias de la patrulla Aspa del Ejército del Aire. Tanto pequeños y mayores se quedaron sin palabras al ver los cruces de hasta seis helicópteros, caídas en picado y giros imposibles además de la llegada de los paracaidistas de la Bripac, el grupo canino 'Grucan' de la Policía local y el Regimiento de Ingenieros nº8. El jefe de la patrulla de paracaidistas finalmente entregó una bandera de España al presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, acompañado por el comandante general de Melilla, José Miguel de los Santos Granados. La patrulla Aspa llegó a la Ciudad dispuesta a sorprender a los ciudadanos con múltiples acrobacias en la conmemoración de los 521 años de la españolidad de Melilla. Además, con motivo de su visita pusieron una especie de caseta en el Paseo Marítimo con camisetas, gorras y hasta bodys para bebés con el logo de la patrulla del Ejército del Aire.

Patrulla Aspa
A las doce de la mañana unos cinco helicópteros de la patrulla Aspa ascendieron por el cielo azul de la Ciudad para saludar a los centenares de melillenses que esperaban para poder ver las diferentes exhibiciones en la playa de Los Cárabos en el día de ayer.

La patrulla realizó múltiples acrobacias ante la atenta mirada de pequeños y mayores que quedaron asombrados de ver giros imposibles, cruces con hasta seis helicópteros o subidas a más de 300 metros para bajar realizando un picado vertical con un giro de 180 grados.

Además, llevaron a cabo la conocida como maniobra 'Quijote' en la que cuatro helicópteros daban vueltas como las aspas de un molino de viento, otra de dos helicópteros contra uno a escasos metros, y la maniobra 'Tornado' en la que el aire de dos helicópteros se convertía en el fenómeno meteorológico.

Por último, los cinco helicópteros de la patrulla Aspa aparecieron juntos para luego separarse cada uno hacia un lado y el capitán González Rodríguez para despedirse dedicó unas palabras a los melillenses por cumplir 521 años de españolidad exclamando '¡Qué viva Melilla!" entre aplausos y vivas de los presentes.

Después fue el turno para los siete paracaidistas del Ejército de Tierra que fueron llegando uno por uno a la playa de Los Cárabos, aunque el paracaidista que portaba la bandera de España cayó en una zona fuera del Puerto fue recogido por una lancha para que pudiera entregarla posteriormente al presidente de la Ciudad y al comandante general de Melilla, José Miguel de los Santos Granados.

En esta línea, el jefe de la patrulla de paracaidistas finalmente entregó la bandera de España a Juan José Imbroda por la festividad del Día de Melilla. Las autoridades saludaron y dieron gracias a la unidad de paracaidistas por haber realizado el descenso sorprendiendo a los ciudadanos que allí se encontraban.

Grupo canino 'Grucan'
Un poco más tarde, apareció el grupo canino 'Grucan' de la Policía local de Melilla que demostraron a los melillenses de lo que eran capaces, hubo varias recreaciones, en una de ellas uno de los canes saltó de una forma espectacular de la ventana de un vehículo para coger a un delincuente mientras aparecían los agentes.

En la otra, un hombre apareció con un coche bajándose y portando un arma pero el can llamado Gunter saltó por encima del capó y del techo del vehículo cogiendo y mordiendo al delincuente para que soltara la pistola y que la Policía pudiera detenerle.

Ingenieros nº 8
Por último, el Regimiento número 8 de Ingenieros de Melilla realizó un desembarco anfibio con apoyo de perros y la participación de seis zapadores que estuvieron revisando la arena por si había algún obstáculo.

Uno de los zapadores encontró un explosivo y llevó a cabo el protocolo para este tipo de situaciones, marcó el perímetro y uno de los canes detectó la zona en la que estaba enterrado bajo la arena y la marcó para que uno de los ingenieros con uno de los trajes especiales pudiera actuar.

Al final se vio como se agacharon para coger dos objetos escondidos en la arena, primero la bandera de España y segundo la bandera de la Ciudad de Melilla para conmemorar los 521 años de españolidad.

Lorena Japon

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