La parábola del regreso de la mascarilla

Francisco Robles

Rembrant –genio de la pintura barroca holandesa, y de quién admiro especialmente su cuadro “Lección de anatomía”- pintó entre los años 1663 y 1665 “El regreso del hijo pródigo”, que se halla expuesto en el museo del Ermitage de San Petersburgo, y que pretendía ser una expresión iconográfica de excelso nivel artístico, de la parábola del hijo pródigo; ésta fue narrada por Jesús a sus discípulos, y la enseñanza podría resumirse en las consecuencias que puede acarrear el ser responsable, laborioso y disciplinado, o el no serlo en la conservación de nuestros bienes más preciados -como son nuestra vida, nuestra salud y nuestro bienestar-.

Parece que fue ayer cuando Pedro Sánchez, a inicios de marzo –y una vez más usurpando funciones, en este caso las del Consejo Interterritorial de Salud-, anunciaba la inminente derogación del uso obligatorio de la mascarilla en interiores; han pasado sólo cuatro meses –tarde para algunos consejeros, como el de Cataluña o el de Madrid-, para que la ministra Darias haya abogado también por recuperar su uso.

Y es que en España la trasmisión del virus sigue muy presente, y los datos de la epidemia obligan a ello, ya que se ha retrocedido a los datos de febrero pasado, con más de diez mil personas ingresadas actualmente, una incidencia casi de 1000 -subiendo más de 155 puntos-, y rozando los 500 ingresados en las U.C.I. de España; ello invita a seguir la recomendación la ministra de sanidad, sobre el uso de la mascarilla, así como la de completar la vacunación con la dosis de refuerzo, la tercera.

Otra cuestión como la decisión sobre la fecha de la cuarta dosis en mayores de 80 años, como otras decisiones técnicas, quedan a criterio de la Ponencia de Vacunas –ésta sí es una comisión técnica y no la de expertos que nos vendió el presidente Sánchez-; sinceramente, soy partidario de esperar a que los expertos decidan cómo y cuando implantar –estoy seguro de que se implantará- en el calendario de vacunaciones la del Covid (ya no es correcto llamarlo covid.19, sino 22 o ..), .

Muy probablemente, este aparente retraso obedezca -como ya se dijo aquí-, a que en septiembre llegarán las nuevas vacunas, actualizadas frente a las nuevas variantes de la cepa Ómicron, mucho más contagiosas que sus antecesoras, pero de menor gravedad clínica que aquellas, aunque no exentas de riesgo grave –incluso hasta la muerte- para la salud.

En Melilla la situación no es mejor, con el aumento de personas hospitalizadas e ingresadas por covid  en la U.C.I., y hemos pasado de los repuntes ocasionales propios de la época (vacaciones, estío, hartazgo social,..), a bruscos acelerones que deberían sobresaltarnos, y tomar las medidas del ámbito personal que son de nuestra exclusiva competencia, como el completar la pauta vacunal y el uso de la mascarilla donde no se pueda guardar la debida distancia social y/o mantenerla (Stop besos).

N.A.- El Colegio de Médicos, como antes lo hicieron el de Enfermería y sindicatos profesionales de la ciudad, denuncia la pasividad del INGESA ante la marcha de médicos de nuestra ciudad, que a pesar del incremento poblacional, va viendo en los últimos años, cómo la ratio de profesionales sanitarios lleva un alarmante sentido descendente; el problema -es obvio- que no está ocurriendo sólo en Melilla, porque su origen es de ámbito nacional, pero también es obvio que, mientras en otros sistemas de salud autonómicos se emprenden actuaciones y medidas para luchar contra ello, en Melilla –realmente en el territorio INGESA-, no se conocen –o al menos no se aprecian sus efectos- estas iniciativas. Una última reflexión, la captación, fidelización y motivación de los profesionales, no sólo es una cuestión económica, comprende también tanto el facilitar su formación y reciclaje, como su inserción social en Melilla –en especial educativa y habitacional-; por ello es imprescindible el buscar la implicación de otras administraciones, pero al INGESA le corresponde el papel promotor y dinamizador principal en su logro.

( La edición digital de PDF de MELILLA HOY
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