La Consejería de Políticas Sociales y Salud Pública del Gobierno de Melilla ha emitido una orden en la que establece la obligación de usar mascarillas en centros sanitarios y sociosanitarios, como residencias de mayores o de personas con discapacidad, así como en las farmacias por considerar que “también están en primera línea”. Esta orden va más allá de la medida que el Ministerio de Sanidad implantará desde este miércoles, que se centraba únicamente en los centros sanitarios y sociosanitarios.
La consejera Randa Mohamed, en rueda de prensa, ha informado de que esta orden ha entrado en vigor desde el momento en que ha sido publicada en una edición extraordinaria del Boletín Oficial de Melilla (BOME) a primera hora de la tarde de este martes.
En concreto, el uso de la mascarilla es obligatorio en centros sanitarios y sociosanitarios y en farmacias para personas sintomáticas cuando estén en espacios compartidos; profesionales que atienden casos sintomáticos y personas que trabajan en la UCI y Unidades con Pacientes Vulnerables.
También en las urgencias hospitalarias o de atención primaria; en los lugares donde se concentran pacientes y familiares, como las salas de espera de centros sanitarios.
En cuanto a los centros sociosanitarios, residencias de mayores o de personas con discapacidad, deberán usar la mascarilla los trabajadores y los visitantes cuando estén en zonas compartidas, en función de la situación epidemiológica y de las características estructurales y funcionales particulares de sus centros dependientes.
Por el contrario, la mascarilla no será obligatoria para las personas que presenten algún tipo de enfermedad o dificultad respiratoria que pueda verse agravada por su uso o que, por su situación de discapacidad o dependencia, no dispongan de autonomía para quitársela o bien presenten alteraciones de conducta que hagan inviable su utilización.
Tampoco será exigible el uso de la mascarilla en el caso de que, por la propia naturaleza de las actividades, resulte incompatible, con arreglo a las indicaciones de las autoridades sanitarias.
La orden justifica la necesidad de adoptar esta medida debido a la alta incidencia de las infecciones respiratorias agudas (IRA) en Melilla, que en la semana 52 de 2023 presentaba una tasa de 1.250,17 casos por 100.000 habitantes en Atención Primaria, que alcanzó su pico de incidencia en la semana 48 con una tasa de 1.652,9 casos, afectando a todos los grupos de edad.
Desde entonces, ha ido a la baja y, en la primera semana de 2024, la tasa de IRA en Atención Primaria es de 1.138,4 casos por cada 100.000 habitantes, afectando a todos los tramos de edad, aunque de forma predominante en niños de 0 a 4 años.
En cambio, los datos han ido en aumento en el Hospital Comarcal en la primera semana de 2024 y en estos momentos se encuentra en su pico de actividad, según ha informado la consejera.
“En un contexto de alta trasmisión comunitaria de infecciones respiratorias agudas se considera el refuerzo del uso de mascarillas como una de las medidas más eficaces dentro del conjunto de medidas de prevención y control de la infección”, ha aseverado Mohamed, que ha hecho un llamamiento a la población para que se vacune.
Así, ha reconocido que las campañas de vacunación frente a la gripe y la covid-19 están teniendo un bajo índice de cobertura.
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