El teatro Kursaal acogió ayer el preestreno del musical “La manzana de Blancanieves”, una adaptación libre y simpática del popular cuento de Hans Christian Andersen. El sello de Armando Pelayo impregna todo el espectáculo en el que ha logrado que los más pequeños, los numerosos niños que participan en la obra, estén perfectamente a la altura, desde el enanito mudito, hasta las hadas del bosque, pero sin olvidar a la jovencísima Clara Gálvez, como Blancanieves niña y después Ana Belén como la huérfana adolescente.
De lo más divertido, sin duda, el lobo feroz interpretado como siempre por un José Oña que arrastra al público a su lado incluso haciendo de malvado. También a aplaudir, el papel de la malvadísima reina interpretada por Nuria Nieto, así como la maléfica bruja de nariz aguileña, la actriz en el papel del espejo resabiado y los siete enanitos, que incluso sorprendieron al público con un pegadizo rock.
La obra, para disfrutar en familia, finalizó con sorpresa a petición de Armando Pelayo, un ’mannequin challenge’ seguido por el teatro en pie.
