Un vecino de la barriada Constitución se queja de que en el barrio “casi todo vale”. Se refiere a que los convecinos, cada vez que se tienen que deshacer de algo inservible, se limitan a dejarlo junto a los contenedores de basura orgánica, aunque sea una lavadora, por ejemplo. De igual modo, apunta que también se ha dado el caso de depositar en el “vertedero del barrio” alguna nevera.
La gota que ha colmado la paciencia de nuestro interlocutor son unos sofás viejos en el descampado que hay en la calle Marina Pineda, saliendo ya de Mayorazgo hacia Ctra. Farhana, junto al parquecillo de gimnasia
Este vecino llamó por su cuenta para que lo recogiesen los servicios operativos encargados. Pero cuál es su sorpresa que no lo han hecho… Después de haber pasado una semana, ahora ya no son dos sofás sino cuatro, ya que otra persona ha hecho lo mismo, como se puede ver en las imágenes. ¿Qué pasa con el civismo… y para qué me molesto en llamar si no ha servido para nada? se pregunta.
Acceda a la versión completa del contenido
La manía de tirar todo “a la calle”