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La Lotería Nacional en la Prensa de Melilla

1918
… — 22-01-1918. Del sorteo de Lotería. El cuarto en Melilla. Sin duda, para quitarnos el amargor de boca del sorteo de Navidad, la Fortuna quiso mostrarse ayer magnánima en forma de billete número 12.975 de la Lotería Nacional, agraciado con el cuarto premio y correspondiente a Melilla. En efecto, dicho billete fue facilitado en la administración número 1 del Sr. Fresnero, al popular vendedor ambulante Tomás Morán, conocido por el Bigotes. Repartió el billete entre Francisco Castillo y Emilio Norves, camareros del café Numancia, y dos jornaleros, cuyos nombres ignoramos. Que la Fortuna sople y que siga la racha.

Anoche tratamos de hacer averiguaciones para informar a los lectores de quienes fueron los afortunados pero no nos supieron dar otra cosa sino que en la nº 1 habían adquirido para la reventa los billetes premiados los vendedores Justo Sánchez y José Romero quienes ignoran quien pueda poseer el billete afortunado. Además de los premios mencionados han correspondido a Melilla la centena del primero y del tercero.

1919

El Administrador Sr. Frenero, de la lotería de la calle O’Donnell, donde han sido vendidos los décimos correspondientes, unos en mostrador, otros a revendedores, nada sabe. Y por punto general, hasta que los jugadores al adquirir sus participaciones no expresen sus señas y circunstancias personales, la información sobre dicho extremo será difícil. Por de pronto, sabemos que en nuestra plaza hubo unos cuantos señores que ni comieron con el apetito de costumbre ni durmieron tranquilos. ¡La alegría y la emoción!
A los felices poseedores del 15.725 enviamos nuestra enhorabuena.

Es de los adquiridos por la referida Administración en todos los sorteos, desconociéndose los nombres de sus poseedores, pues por no hallarse suscrito, fue vendido a varios compradores, a quienes no conoce la dueña de la referida Administración.

1920

Entre los afortunados figura una señora, llamada doña Concha, que habita en la parte alta de la plaza; un empleado de la Junta de Arbitrios; la portera de una casa cercana a la del revendedor y un anciano barrendero del servicio de la limpieza pública.
El cuarto premio fue vendido a un cartero militar, suponiéndose que habrá sido repartido en las posiciones.

1921

Anoche se ignoraba quien o quienes pueden ser los poseedores del afortunado billete.

Acostumbrados ya a los premios de seis millones de pesetas, precisas reconocer que no ha habido expectación de las Navidades en que el gordo era de tres millones de pesetas, como ayer. La escasa publicidad que se ha dado a este sorteo, ha contribuido también el retraimiento, hasta el punto de sobrar billetes en todas las provincias…

Fueron inútiles nuestros ruegos y súplicas para hacerle desistir de su propósito. El señor Frenero, lamentándolo mucho, se negó a facilitarnos los nombres de los mortales recompensados tan espléndidamente por la suerte.
No desistimos de nuestro empeño, y algunas horas después logramos averiguar lo que el prudente lotero se negó resueltamente a decirnos. Ocho décimos del número 2.025, los jugaban abonados desde hace muchos años sus actuales poseedores.
El industrial de la calle del General Marina, don José Papiol, juega cinco décimos, mejor dicho, cuatro, pues el otro lo había cedido a un amigo.
Otro décimo se halla en poder de un veterano militar, profundamente afectado por reciente desgracia de familia. Los poseedores de los otros dos décimos, son el herrador de Intendencia don Serafín Galindo y don Juan Ortiz.
Nuestras pesquisas por conocer el paradero de los décimos restantes, fueron infructuosas. De todos modos, reciban sus dueños nuestra felicitación, extensiva, como es natural, a los señores cuyos nombres dejamos consignados.

Al capitán del barco, don Carlos García, que jugaba un vigésimo, le ha correspondido diez mil pesetas; al primer oficial don Pedro Oliver, que jugaba cincuenta pesetas, le han correspondido 5.000; otras cinco mil al primer maquinista don Juan Pons; dos mil quinientas al segundo maquinista don Vicente San Joaquín; cinco mil al mayordomo don Rafael Pelayo y dos mil quinientas al contramaestre don Vicente Valentín.

El resto lo jugaban en participaciones de cinco y diez pesetas, los demás tripulantes.

1922

Pronto supimos que había sido expedido por la vendedora ambulante Ana Torres, procedente de la Administración de la calle de O'Donnell, a cargo de don Eduardo Frenero. Ana, nos dijo que los últimos días se lo habían comprado en el kiosco "La Peña" varios oficiales y paisanos. Ha resultado de la Comisión Santanderina y dos capitanes montañeses.
Don Manuel Soler juega dos décimos y le corresponden por lo tanto 30.000 pesetas.
Llevan un décimo cada uno los siguientes señores: don Casimiro Tijero, don Gabriel Campos, don Alejandro Quintana, don Luis Abarca, don Eduardo Uzcudun, el capitán del regimiento de Valencia don Francisco Rodríguez Urbano y el del Tercio don Luis Valcázar, don Manuel García Llanos y don Benito González Unda, medio décimo cada uno. Estos señores visitaron nuestra redacción para cerciorarse de su suerte, que pudieron comprobar leyendo el telegrama. Nuestra enhorabuena a los afortunados santanderinos.

Verdad es que desde Estopiñán, no se habían conocido tales caricias de la Fortuna. Ello, responde sin duda, al aumento en las jugadas que corresponde al de la población. Al medio día de ayer, sábado 11, la agencia Fabra nos comunicaba, en telegrama urgente, haber sido agraciada esta plaza con el nº 12.401 que había sido jugado en Melilla. Según pudimos informarnos, dicho número fue vendido en la Administración de Loterías nº 1, por don Eduardo Frenero, vendedor también, del agraciado con el "gordo", en el antepenúltimo sorteo, que jugaban la Comisión Santanderina y algunos oficiales de varios Cuerpos expedicionarios.

El señor Frenero, a quien visitamos, nos manifestó que no recordaba quienes eran los felices poseedores del 12.491, pero según nos enteramos después, jugaban un décimo cada uno los sargentos del Batallón de Sevilla, don José Roca Ruiz y don Agustín Aguilera Landucon, a quienes, como a los demás aún no conocidos, felicitamos.

Juan, no por ello ha dejado de concurrir al trabajo, sino que por el contrario, al día siguiente de haberle favorecido la Fortuna daba comienzo a su habituales tareas antes de la hora acostumbrada. El Administrador del despacho de lotería nº 4, señor Frenero, ignora los nombres de los restantes favorecidos.

(Continuará)

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