MelillaHoy

“La diversidad cultural, expresión auténtica y genuina del pluralismo, es una fuente inagotable de felicidad”

El expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ofreció ayer la conferencia ‘Diversidad, convivencia y democracia’ en el Salón Dorado de la Asamblea, enmarcada en la ‘II Semana de la Diversidad Cultural de Melilla’

La secretaria general del PSOE local Gloria Rojas, junto con el expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, durante la conferencia de ayer en el Salón Dorado de la Asamblea

La segunda de las jornadas de la ‘II Semana de la Diversidad Cultural de Melilla’’ arrancó ayer con la conferencia ‘Diversidad, Convivencia, Democracia’, impartida por el expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en el Salón Dorado de la Asamblea ante la presencia de un gran número de autoridades políticas, civiles y militares. Durante su intervención, Zapatero resaltó la relevancia de la diversidad cultural, “expresión auténtica y genuina del pluralismo”, y que es “una fuente inagotable de felicidad”. En este aspecto, destacó que esta II Semana de la Diversidad Cultural de Melilla se enmarca en una semana “bien significativa”, ya que explicó que esta “atraviesa el puente” entre el Día Internacional de la Convivencia en Paz al Día Mundial de la Diversidad Cultural para el Diálogo y el Desarrollo, ambos creados por la ONU y de “gran interés”.

Dichos días, según dijo, “adquieren aún una dimensión mayor en este momento histórico”, haciendo mención a los conflictos actuales en varios países de Oriente Medio y, sobre todo, al de Ucrania tras la invasión rusa el pasado mes de febrero.
“Detrás de cada guerra, conflicto y terrorismo incomprensible subyace el no entendimiento de lo que representa la diversidad cultural, el rechazo a la pluralidad, a la diversidad, a ese crisol de culturas, religiones, civilizaciones y de historia”, argumentó.

“Palabras que unen”


Convivencia, paz, diversidad, cultura, diálogo y desarrollo. Esas son las cuatro palabras, a juicio del expresidente, “unen”, “tejen”, “vehiculan”, “construyen” y “nos acercan”, y de las que se muestra “partidario de memorizarlas”.


Empezando por la cultura, Zapatero la definió como “una mirada hacia fuera, hacia los demás”. “Es la cultura la que nos libera, la que nos hace comprender que somos en tanto en cuanto nos ven, nos escuchan, o nos miran”. Una situación parecida con la “identidad” que, “en su opinión, “mal entendida crea odio”, “exclusiones” o “supremacismos”.
“La identidad es como nos ven los demás. Melilla es como la vemos los que no somos de aquí, y se la ve apasionadamente bella”, alabó el expresidente, quien afirmó que la “función “de la cultura y del arte a lo largo de la historia es la de “trascender a uno mismo”.


En cuanto a la convivencia, la definió como “la aspiración máxima de una sociedad racional e inteligente”. “Que todo el mundo se sienta integrado en la sociedad”, subrayó, apuntando que “la clave” del diálogo es “escuchar”, un verbo, a su entender, poco pronunciado en la actualidad.


“Si afirmamos el sentido de la cultura que nos lleva al otro, a la convivencia, al reconocimiento de la diversidad, al desarrollo con el diálogo, avanzaremos hacia la paz”, proclamó citando a la filósofa María Zambrano.

El Rey Juan Carlos, a Zapatero en 2007: “Presidente, no quiero terminar mi reinado o morirme sin haber visitado Ceuta y Melilla”

Una de las anécdotas que el expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, recordó durante su etapa en el Gobierno central fue la visita que protagonizaron a Melilla los Reyes de España: Don Juan Carlos y Doña Sofía, el 6 de noviembre de 2007. Una visita histórica que congregó a más de 20.000 personas en las calles de la ciudad y la única que han realizado sus majestades en democracia. También visitaron Ceuta el día anterior.


Zapatero relató las “muchas horas de trabajo” y “esfuerzo” que acarreó para que dicha visita se produjese. “Fue un día en un despacho de manera no prevista cuando el Rey Juan Carlos I me dijo: ‘presidente, no quiero terminar mi reinado o morirme sin haber visitado Ceuta y Melilla. Para mí es una obligación’”, cuenta, añadiendo que este le respondió: “A ver cómo lo podemos hacer”.

“Y se produjo. Y créanme que fue un momento muy importante para las ciudades”, aseguró, resaltando que esa visita fue “la única cosa que el Rey Juan Carlos me pidió con auténtico empeño”.

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Miguel Rivas

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