María Pilar Jurado Borrego, directora del Departamento de Aduanas e Impuestos Especiales de la Agencia Tributaria, y de Jesús Antonio García Ayala, doctor en Ciencia Política y Economista, participaron en la X Jornada de lanzamiento del Plan estratégico de Melilla bajo el título de “Alternativas al comercio transfronterizo: Industria, Reglas de Origen”. En el turno de preguntas, se le cuestionó a la Directora de Aduanas sobre el número de reuniones técnicas celebradas entre España y Marruecos sobre el cierre de la aduana comercial decretado de forma unilateral por las autoridades marroquíes el 1 de agosto de 2018, pero su respuesta fue vacía. Borrego recordó que se habían celebrado varias reuniones y conversaciones, incluso telefónicas, entre ambas partes y que se ha dado cuenta de las mismas como respuesta a preguntas en el Parlamento, así como a la información solicitada por la propia Ciudad y los propios operadores económicos, pero no dio detalles de si el Gobierno de la Nación está haciendo alguna gestión más allá para lograr la reapertura de la aduana comercial. Pilar Jurado comenzó su intervención matizando el concepto de reglas de origen, que implica una tendencia a aplicar unas normas que pueden favorecer el comercio entre determinadas zonas. “En el caso de las Reglas de Origen de Melilla y Ceuta se refieren a las normas para la entrada de los productos elaborados en ambas ciudades y la Unión Aduanera Europea, y el objeto es determinar si en base a tales normas la transformación realizada en la Ciudad, aunque las materias primas no sean producidas aquí, adquiere el origen Melilla, lo cual le confiere el beneficio de su entrada libre de aranceles y en libre práctica en la Unión Aduanera, y en los países con los que esta tenga acuerdos firmados”.
De igual modo, asegura que si la materia prima y los productos intermedios son todos producidos en la Ciudad, el origen Melilla se obtiene por definición sin problemas. “La cuestión estriba para las transformaciones que, en todo o en parte, utilizan materias primas o productos intermedios que no han sido producidos en Melilla, pero sin embargo pueden obtener la ventaja ‘origen Melilla’ si solo cumplen las reglas previstas que le permiten obtener la calificación de transformación ‘suficiente’ como para obtener la condición de origen Melilla”.
Por ejemplo, indicó, una mera conservación de una materia prima en Melilla “no permite obtener la condición de origen Melilla”, que por el contrario, la adición de determinados condimentos “podría dar derecho a la obtención del origen Melilla”.
García Ayala
Por su parte, García Ayala centró su exposición en abordar casos prácticos de aplicación de las Reglas de Origen Melilla y, concretamente, el caso conocido como Depuradora de moluscos, en el cual, “una empresa melillense transformaba materia prima de origen animal proveniente de Marruecos, exportando con posterioridad los productos terminados al territorio de la Unión Aduanera a través de Málaga”.
Esta empresa, a pesar de que previamente había conseguido un dictamen favorable, tanto de la Comisión Europea como de la Agencia Tributaria, en los que se determinaba que las operaciones, “permitirían obtener el origen preferencial Melilla al objeto de su entrada en la Unión Aduanera, finalmente, para entrar en la Aduana en Málaga, ésta no reconoció tal origen privilegiado de Melilla”, y aplicó el arancel establecido para países terceros -entre el 8 al 11% “ad valorem”-, dando al traste con esta posibilidad de exportación y, en definitiva, con la viabilidad de tal actividad económica.
Por otra parte, dijo que está comprobado que si la empresa hubiese estado establecida en Marruecos, y desde allí hubiera exportado a la Unión Europea, “el arancel aplicable habría sido del 0%, algo muy contrario y dispar al aplicado del 8 al 11% a la exportación desde Melilla, una situación contradictoria con el régimen preferencial previsto en el Protocolo número 2 del Tratado de Adhesión de España a las Comunidades Europeas”.
En este sentido, considera también que las consecuencias han sido perjudiciales para la economía de Melilla, puesto que han logrado poner en tela de juicio las posibles ventajas de las reglas de origen y, por tanto, la eventualidad de realizar inversiones industriales en la Ciudad “para transformar materia prima o productos intermedios provenientes del entorno fronterizo en Marruecos, generando inseguridad jurídica entre los potenciales inversores, algo que es nocivo para que se produzca la inversión empresarial en este sector”.
Como soluciones para el futuro, propuso una modificación y mejora del reglamento de reglas de origen para evitar este tipo de situaciones y ofrecer seguridad jurídica a los inversiones y Administración de Melilla, y la realización de acciones de divulgación técnica, coordinación e interpretación común “por parte de todas las administraciones públicas involucradas”, así como la mejora de los sistemas de interacción de los “empresarios con los servicios de Aduanas”.
Por otro lado, en el caso de exportación de animales y productos de origen animal, “existen otras importantes restricciones de carácter sanitario, y es que, en tal caso, ni siquiera satisfaciendo los aranceles aduaneros los productos podrían entrar en la Unión Aduanera. Una situación contradictoria y ciertamente inverosímil”.
Como solución, sostiene que el Ministerio de Asuntos Exteriores, tras una propuesta de la Ciudad Autónoma, debería instar a la Comisión Europea el inicio del procedimiento especial para la autorización de Melilla y Ceuta semejante al que disfrutaban las islas del Canal. “En cualquier caso, un procedimiento complejo que no puede hacerse sin la cooperación del Estado”, concluyó.
En el turno de preguntas, María Pilar Jurado fue cuestionada si se España y Marruecos han celebrado reuniones técnicas sobre el cierre de la frontera. “Ambas partes han celebrado varias reuniones y conversaciones telefónicas, además de dar cuenta sobre las mismas como respuesta a preguntas en el Parlamento, así como a la información solicitada por la propia Ciudad y los propios operadores económicos”.
