La Dinastía

Muchas veces me pregunto: ¿Quién fue y quien Es Jesus De Nazaret? Dicen que ha sido, el creador de una religión, en la cual me encuentro incluido, no sé si por fe o por tradición. Tradición que viene de mi padre, ya que con mi abuelo, apenas tuve tiempo de cambiar impresiones.
Era yo un niño de siete años cuando él murió pero no obstante, aún conservo una estampa en blanco y negro, que representa al Sagrado Corazón de Jesus, que enmarcada en un modesto cuadro, tenía en su librería del Barrio del Real, de lo cual deduzco, que alguna relación, a nivel pensamiento o sentir, debería tener con El.

A mi padre, ya le conocí un poco más, aunque se marcho de este mundo, cuando yo acababa de cumplir 17 años, pero en alguna ocasión, observe en el, ciertos destellos de hombre de fe. Como era oriundo de Cartagena, se sentía orgulloso y conmovido, cuando relataba, haber pertenecido a la Cofradía de los “Californios “o “Marrajos”, no recuerdo bien. Pero lo que si no olvido, es lo que me conto mi madre sobre una estampa de almanaque,- que se conservaba en su casa y aun se conserva en la mía-que tiene impresa a color-me parece es una litografía inglesa-una bonita imagen del Sagrado Corazón de Jesús y que mi padre, en plena efervescencia republicana-mayo de 1931-recogio de un charco en el cual la habían tirado. La limpio con su pañuelo, y una vez en su casa le dijo a mi madre:” Mira Maria, tiran a la calle, lo único que de verdad tienen” Esa estampa, desde el día que fue recogida por mi padre, presidia, en una sencillo marco, el dormitorio principal de la casa.

El Sagrado Corazón de Jesus, o mejor dicho, ya que el corazón, es el motor de la vida, Jesus Vivo, en imagen, haciéndose vivo en el pensamiento, prácticamente de tres generaciones, que yo sepa, pues mi bisabuela, también, andaba de “Adoraciones Nocturnas de los Sagrados Corazones de Jesus y de Maria”. Aun conservo un novenario de semillas de olivos del Huerto de Getsemaní de Jerusalén, engarzado en plata, que ella tenía y que como única herencia, llegó hasta mis manos, tal vez para recordarme, que somos en nuestra familia, como cuentas de ese rosario, el cual ,nos recuerda a un hombre, que trascendiendo en el tiempo, a través de sus ejemplos y vivencias, es capaz de construir Una Dinastía de seres anónimos para el poder y las riquezas, pero vigentes siempre en el trabajo y la defensa de la dignidad humana, como único y mayor tesoro, reflejo fiel de la esencia, que sin dejar de ser visible, contiene en sí misma una invisibilidad, de la cual, este Sagrado Corazón nos alienta, al llamarse a Si mismo Hijo De Dios, como descendiente y heredero,- que no encubridor,- de ese arcano impenetrable, inobservable, hermético e indescifrable, cuya incomprensibilidad se nos muestra paternal y acogedora a través de Sus palabras y Sus ejemplos, trascendiendo mas allá del tiempo, configurando una actualidad, mayor que otras nacidas del pensamiento humano.

Por lo tanto he llegado a la conclusión de que El Cristianismo, más que una religión, es una Dinastía, Una Primogenitura, que espero no cambiar nunca por un plato de lentejas, ni tan siquiera por un plato de oro, pues ese origen de mis antepasados, tiene una ascendencia, que mas allá de toda acción, dependencia o diligencia, me anima y convence, en algo realmente valioso, como es la pobreza digna y útil, inocente y benefactora, la cual fue nombrada por El, heredera de la Tierra compartida, hermanada y eternamente glorificada, regida en la idea y el quehacer de sus propios hijos, sin partidarios ni defensores. Ni representaciones de clase alguna.

Y así, volverán a sonreír de nuevo, todos aquellos que dejaron de hacerlo, cuando la manipulación, el engaño, la fuerza bruta y la confusión los utilizaba, creyéndolos destruir en esa invisibilidad sublime de una Paternidad Inconmensurable.

Volverán de nuevo ¡porque creo en Él! En ese Joven de la Cruz, que un día no muy lejano, lleno’ de emoción y de alegría los corazones de todos los presentes, cuando les relataba con su acento cautivador y sus palabras serenas, en una sencilla parábola, la Historia de un Hijo Prodigo, que engañado, desorientado y confundido, llego hasta el día de hoy, como si el tiempo y la distancia, solo hubiesen sido, un corto camino a recorrer.

Buenos Días y…

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