Melilla tendrá en menos de dos meses una nueva ordenanza de limpieza, que actualizará la actual, cuya aprobación se remonta a hace 33 años y que se había quedado obsoleta. La nueva normativa contemplará sanciones de entre 60 y 100 euros para aquellos ciudadanos incívicos que no la cumplan en aspectos como el horario para tirar la basura a los contenedores, arrojar residuos a la vía pública o no recoger los excrementos de las mascotas. Esta medida irá aparejada a un refuerzo de los medios de la empresa adjudicataria de este servicio público. El consejero de Medio Ambiente y Sostenibilidad, Hassan Mohatar, avanzó en una entrevista concedida a la Cadena Cope que piensa ser “inflexible” para hacer cumplir “ a rajatabla” esta nueva ordenanza, que presentará a finales de la próxima semana al Consejo de Gobierno.
A partir de ahí, tendrá que superar el trámite en el seno de la comisión y el Pleno de la Asamblea antes de su publicación oficial y entrada en vigor, algo que podría producirse a principios de octubre.
Esta nueva ordenanza endurecerá la respuesta de la Ciudad Autónoma ante actitudes incívicas que se ven a diario en nuestras calles y que atentan contra “las normas mínimas de convivencia”, tal y como apuntó el consejero. “Se va a ser contundente y duro con las sanciones”, avisó Mohatar, aunque antes del castigo, el área de Medio Ambiente pondrá un mayor esfuerzo en dar a conocer dichas normas.
Por ejemplo, en los contenedores se pondrá “un cartel bien grande” con el horario para tirar la basura (de 19.30 a 23.00 horas), así como la cuantía de la multa para el que tire los residuos fuera de dichos recipientes o en otro momento.
Refuerzo
Además, también se va a crear la figura del agente medioambiental, con seis o siete efectivos que se dedicarán a controlar los puntos donde se dan más problemas con las basuras para llamar la atención a quien sea sorprendido en una actitud incívica y para informar a la empresa adjudicataria sobre alguna incidencia, lo que se unirá a un refuerzo de la plantilla de limpieza con 25 operarios más que Medio Ambiente ha solicitado a la empresa adjudicataria para dar respuesta a las necesidades del servicio.
Mohatar justificó la necesidad de estas sanciones porque “Melilla es de todos y la limpieza es una cuestión de todos, independientemente de que la empresa tiene que cumplir y hay que exigirle el máximo”. “Pero hay que ayudarle”, agregó el consejero para rechazar esa “anarquía” que ahora existe, lo que da lugar a quejas de ciudadanos que “tienen razón” cuando piden más limpieza, ya que admitió que ni él mismo como consejero está satisfecho con el servicio que se presta, que “no funciona y es mejorable”.
Campaña en las RRSS
En cualquier caso, se refirió a que hay “una campaña montada” en las redes sociales, que dijo no saber si va contra el nuevo Gobierno o la empresa adjudicataria, y sobre la que no descartó que pudiera proceder de “elementos de algún partido político determinado”.
