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El recinto ferial ha recibido más de medio millón de visitas durante los nueve días de fiestas patronales celebradas este año, que finalizaron el pasado domingo con un número de incidencias menor que el de ediciones anteriores, según los primeros cálculos de la Consejería de Seguridad Ciudadana. Su responsable, Francisco Javier Calderón, explicó ayer que, si bien todavía no dispone de datos cerrados y contrastados con los otros cuerpos de seguridad que participaron en el dispositivo policial de las fiestas patronales, la primera impresión es que las intervenciones han descendido. En su valoración, Calderón reconoció que el “borrón” de la Feria 2014 se produjo el último sábado, un día “sobredimensionado” en cuanto a la afluencia de personas, ya que muchos ciudadanos de Marruecos pasaron la frontera para disfrutar de las fiestas de Melilla, entre los que hubo algunos “inadecuadamente no respetaron las normas”.
Eso hizo que se produjeran “tres riñas o tumultos”, aunque el consejero aclaró que el despliegue de seguridad que ha habido durante toda la Feria, formado por un “número de efectivos extraordinario”, permitió una respuesta “prácticamente inmediata” y se pudo solucionar “sin ningún tipo de incidencia”.
De hecho, apuntó que de las seis detenciones que la Policía Local ha llevado a cabo a lo largo de los nueve días de la Feria, la mitad se produjeron ese sábado, aunque insistió en la reducción de las incidencias que se ha producido en esta edición de las fiestas patronales porque el año pasado hubo el triple de detenidos por parte de la Policía Local.
Además, desmintió que un policía local recibiera un puñetazo en la boca durante las fiestas patronales, sino que uno de los agentes se rompió el labio después de que un compañero, de manera fortuita en una intervención, le diera con la defensa en la boca.
Esfuerzo policial
En este sentido, Calderón insistió en el “resultado altamente positivo” que se ha dado en las estadísticas de actuaciones de la Policía Local en el dispositivo de seguridad de este año, en el que también han participado una media de unos 12 voluntarios de Protección Civil y un incremento de efectivos en las salas de emergencia del 112, 091 y 092.
Fuera del recinto ferial también hubo un mayor número de bomberos, preparados en sus instalaciones del Tesorillo para intervenir en cualquier momento. Este refuerzo ha permitido que no quedara “ninguna contingencia descubierta” durante las fiestas patronales en ningún lugar de la ciudad.
Hay que recordar que cerca de 1.200 agentes de la Policía Nacional, la Policía Local y la Guardia Civil han participado en el dispositivo de seguridad de las fiestas patronales de este año, tal y como acordó la Junta Local de Seguridad antes del inicio de la Feria para prevenir la delincuencia y asegurar una rápida respuesta ante los posibles delitos que se comentan.
Calderón confió en que los melillenses no hayan tenido la sensación de inseguridad de otras ocasiones, algo que es subjetivo, y contra lo que se ha querido luchar destinando un número de medios “extraordinariamente positivo”.
Sin embargo, reconoció que la satisfacción no puede ser completa mientras haya incidentes, aunque insistió en la profesionalidad de todos los que han participado en el operativo, de ahí que quisiera transmitirles su felicitación “con mayúsculas”.
También opinó que los problemas del último sábado no pueden empañar la actuación en materia de seguridad durante toda la Feria, ya que el dispositivo ha permitido que haya estado “muy cubierta”.
Felicitación al pueblo
El consejero aprovechó su comparecencia para felicitar al pueblo de Melilla por saber disfrutar de sus fiestas dando una importante respuesta a muchas de las actividades programadas. Al hilo, destacó que en muchos de los conciertos se llenó el aforo de la Caseta Municipal, que era de unas 1.400 personas, y también el de la Caseta Infantil, donde las actividades atrajeron a muchos niños.
Eso también ha contribuido a que el número de visitantes al recinto ferial haya superado el medio millón de personas, de los cuales dijo no saber cuántos correspondían al sábado que se registraron los mayores problemas de sobreocupación en la plaza de San Lorenzo, pero insistió en que es habitual que los sábados de Feria siempre haya más visitantes por ser una víspera de festivo.
La afluencia de personas también ha tenido sus “momentos puntuales”, con “aglomeraciones más que claras” en determinados momentos, como es la madrugada y últimamente también la tarde-noche, una franja horaria que antes era más calmada y que ahora es la favorita de los jóvenes para divertirse en la Feria.
Ruidos
Otro de los caballos de batalla de la Policía Local en el dispositivo de la Feria de este año ha sido controlar el nivel de ruidos en el recinto ferial, una de las polémicas de este año. El exceso de volumen en algunas casetas ha dado lugar a varias actuaciones y denuncias de este cuerpo de seguridad, comentó Calderón sin dar más detalles de qué casetas han sido las sancionadas.
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