La bicicleta y los juegos populares conquistan la vía con la iniciativa ‘Calle Abierta’

Las cuerdas, las combas, las pelotas y las bicicletas llenaron la calle Ramírez Carlos de Arellano en la tarde de ayer bajo la iniciativa 'Calle Abierta' que organizó Melilla ConBici y en la que colaboró la Consejería de Coordinación y Medio Ambiente. Una iniciativa, impulsada para celebrar el aniversario de la cuarta edición de la revista de Melilla ConBici en la que la mujer es protagonista a través de diversos testimonios en los que cuenta su experiencia sobre la bicicleta. Niños y grandes conquistaron en la tarde de ayer una parte de la calle Carlos Ramírez de Arellano, una de las tres principales zonas semipeatonalizadas que han permitido reforzar cada vez más le protagonismo del peatón ante la hegemonía del motor.

Nada más iniciarse las jornadas con diferentes juegos populares los niños dejaron a un lado por una tarde la tecnología y empezaron a jugar con cuerdas, pelotas y aros que llenaron de color la calle.

Posteriormente, le tocó el turno a las dos ruedas, pero sin motor. Melilla ConBici, organizadora del evento, preparó una escuela para aprender a montar en bicicleta y hacer juegos entre los numerosos niños que 'tomaron' el espacio público en la tarde de ayer.

En el ecuador de la jornada, Elvira Molina, reunió a los asistentes para presentar la cuarta edición de la revista de Melilla ConBici que en esta ocasión ha abordado la movilidad desde el punto de vista de la mujer a través de diversos testimonios que cuentan su experiencia con la bicicleta u otros vehículos sostenibles como el transporte público con la Cooperativa Ómnibus de Autobuses (COA).

Molina mostró su satisfacción con la jornada de 'Calle Abierta' que ha tenido una gran acogida por parte de los melillenses. Así, destacó que el objetivo de esta actividad, que era el hecho de que los niños recuperaran la calle durante una tarde se ha cumplido, al menos, por una tarde.

"El chico de la bicicleta"
Posteriormente, Molina dio paso a alguno de los testimonios que cuentan su experiencia en las páginas de la revista como María Rosario Mizzi, quien contaba como conoció a su pareja como "el chico de la bicicleta" quien le terminó iniciando en las dos ruedas. Cuando tuvieron dos hijos, consiguieron la forma de seguir montando en bicicleta, pero esta vez en familia.

Mizzi anima a los melillenses a que se animen al uso de la bicicleta y es que considera que "son los ciudadanos" los que pueden ayudar y convertir Melilla en una ciudad más amable.

Aún así, también hubo espacio para los hombres como Daniel Doblado que escribe un artículo titulado 'Las bicicletas son para soñar'. Doblado cuenta el contraste entre aquellos que usan la bici porque no tiene otro medio de transporte y quienes lo hacen para disfrutar del medio ambiente y el espacio público.

Una conductora de la COA
Como indicó Molina e insistió Doblado Melilla ConBici no pide que todos vayan en este vehículo de dos ruedas sin motor, sino que se apueste por una movilidad y un espacio sostenible en el que el vehículo privado no sea la opción hegemónica a la hora de desplazarse de un lugar a otro.

Es por ello, que en las páginas de la revista también habla Virginia Gómez, usuaria cuando era más pequeña de la COA y conductora de profesión en la actualidad. Gómez sigue la estela de su padre que también era socio de la cooperativa y cuenta los beneficios del transporte público.

Para mujeres valientes: Hayat Bajja
Hayat Bajja es otra de las historias que recoge la revista de Melilla ConBici y que también asistió a la presentación de la revista. Bajja es una joven sorda de 17 años que va a todos sitios con su bicicleta. Si ya muchos ciclistas sufren una gran inseguridad a la hora de ir por la calle por el miedo a la velocidad a los que van los coches, esta discapacidad, agravaría dicha inseguridad. Pues para Bajja no.

Esta joven lleva mucho tiempo moviéndose en bicicleta y asegura que es una forma de vida. La joven insiste en que moverse en bicicleta no solo es un bien para una misma sino para el resto de la humanidad dado que no contamina.

Marina Pan, es otra de las mujeres que deja huella en la revista de la asociación y es que sostiene que para ella la bicicleta es una forma de "libertad", así sostiene que le gustaría no tener que ir con tanto cuidado si hubiera menos vehículos o al menos tuvieran más cuidado a la hora de moverse por la ciudad.

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