Marina Varem, la joven actriz melillense de 23 años estrenó este lunes en el Teatro Cine Perelló de Melilla su primera película titulada Amor Platónico. Esta comedia romántica, dirigida por Vicente Bonet, no solo ha capturado la atención en España con estrenos en Madrid, Valencia y Sevilla, sino que también ha sido doblemente galardonada en India. Ahora, Amor Platónico llega a Melilla, la ciudad donde nació Marina. Varem se dedica actualmente a la danza, principalmente contemporánea, y a la interpretación.
La película Amor Platónico narra la historia de dos adolescentes, Luna y Noa, que durante una noche preparan un examen sobre Platón. Luna, interpretada por Varem, inicialmente muestra poco interés en la filosofía, mientras Noa intenta despertar su curiosidad mediante sus experiencias personales. Esta interacción entre filosofía y romance teje el argumento de la película, creando una narrativa única y envolvente.
El estreno en Melilla tiene un significado especial para Varem: «Es impactante, emocionante y conmovedor. Tengo muchas ganas de saber cómo se recibe, estoy muy contenta de que se me haya permitido hacer una proyección allí». La posibilidad de que sus amigos y familiares disfruten de su trabajo en pantalla grande es una de las mayores satisfacciones para la joven actriz.
El proceso de dar vida a Luna fue intenso pero gratificante. «Fue un proceso más breve de lo que me hubiese gustado, pero muy enriquecedor. Preparé mi personaje incluso con la ayuda de Alejandra Almendros, otra joven actriz y dramaturga de la ciudad, quien me invitó a una clase abierta de la universidad sobre psicología, filosofía y feminismo». Este enfoque le permitió entender mejor a Luna, quien es un personaje feminista y proactivo.
La experiencia de filmar Amor Platónico ha sido una lección invaluable para la joven. «El aprendizaje que me llevo de esta experiencia es inmenso. Desde el rodaje, los planos, hasta cómo favorecer a cámara, se aprende más en la práctica que en la teoría». Además, destaca las amistades y el compañerismo que surgieron durante la producción como recuerdos imborrables. La colaboración con el director Vicente Bonet y el equipo de producción fue otro aspecto destacado. «La relación con el director fue idílica, al igual que con todo el equipo. Hubo mucha comprensión, libertad creativa y decisiones propias. Estar con ese equipo era pura inspiración».
Varem también ofrece consejos a los jóvenes de Melilla que sueñan con una carrera en la actuación: «Paciencia, disciplina y mucho esfuerzo son clave. Confiar en uno mismo es muy importante. Las oportunidades se pueden crear con creatividad y dedicación».
Finalmente, sobre lo que espera que el público se lleve después de ver la película, la melillense concluye: «Espero que pasen un buen rato. Si reviven algo de Platón y se llevan un poco de la frescura y fluidez de los personajes, sería fantástico. Y si logran reírse, eso ya sería increíble».
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