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Josefina Solano, ganadora del XXXVII Certamen de Poesía Casa de Melilla en Málaga

El pasado día 6 se reunió el jurado calificador de los numerosos poemas presentados desde todos los puntos de la geografía nacional que tras un largo y minucioso estudio de dichos trabajos, según las correspondientes bases acordaron conceder por unanimidad el primero premio a la obra "Por Trochas del Sidel", de Josefina Solano Maldonado, residente en Alhaurín el Grande (Málaga), y el accésit, a la obra "Melilla tramo de luz" de Miguel Lizondo Martinez, residente en Madrid. Josefina Solano Maldonado nació en Alhaurín el Grande (Málaga), es Licenciada en Filología Clásica y Filología Hispánica, y realizó los cursos de Doctorado en Literaturas Hispánicas en la Universidad de Málaga. Su trayectoria como escritora ha contado con el reconocimiento de autores tales como Ignacio Martínez de Pisón, Rosa Regás, Luis Antonio de Villena, o la poeta melillense Encarna León entre otros muchos.

Ha sido premiada en más de un centenar de Certámenes Literarios a nivel Nacional e Internacional. Podemos destacar el Premio Internacional de Narrativa “Vivir” donde su obra obtuvo por unanimidad el voto del jurado que destacó su altísima calidad narrativa. En el Premio Internacional de Narrativa “Ciudad de Torremolinos” su obra logró imponerse entre seiscientos veintidós autores de más de veinte países. Obtuvo el Premio Internacional de Narrativa “Clarín”.

Su novela ‘La memoria de los árboles’ recibió el VI Premio de Novela “Comarca del Maestrazgo”. Fue seleccionada por unanimidad ya que el jurado consideró que era una obra “formalmente impecable”.

La ganadora asegura que el Premio de Poesía “Ánfora de Plata” no sólo supone un ejercicio de creatividad poética sino un homenaje a la ciudad de Melilla, crisol de culturas y cuna de grandes talentos. "Decidí escribir un poema recordando la figura del escritor melillense Miguel Fernández, Premio Nacional de Literatura en 1977. Fuegos de la memoria, primera obra que leí del autor, supuso el descubrimiento de un poeta que me cautivó. Sidel es el nombre simbólico que muchas veces otorga a Melilla, y que fue conformando su mirada, su identidad como 'poeta fronterizo'. Su almazría o semillero, como él bien afirma en Fuegos de la memoria no puede entenderse sin el mestizaje de una ciudad que asimila con armonía las tres culturas: cristiana, árabe y judía".

El autor al que ha rendido homenaje "no incide en el descrédito de ideologías o religiones, su enorme valía reside en haber sabido entender y asimilar la pluralidad que enriqueció su vida y su obra. Su poesía es una forma de conquista, una mano abierta al otro, un ejercicio de reflexión sobre la condición humana que no puede nunca desprenderse de su memoria más íntima, de ese dolor y de esa extraña maravilla a la vez que supone la existencia".

Redacción

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Josefina Solano, ganadora del XXXVII Certamen de Poesía Casa de Melilla en Málaga

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