José Madruga: “Intento dar a los porteros lo que necesitan y corregir sus fallos”

El entrenador de porteros de la Peña Barcelonista concedió una interesante entrevista a MELILLA HOY, en la que repasó sus años de juventud como prometedor guardameta, en los que fue canterano de equipos como el Real Zaragoza o el Villarreal C.F., y que no llegaron a buen puerto debido a una lesión. Hoy, es un integrante más del cuerpo técnico que dirige Ramón Carmona, y busca transmitir todos sus conocimientos a sus jóvenes pupilos. El ex-cancerbero también habló de sus métodos de trabajo, las sensaciones del equipo y de sus aspiraciones, reconociendo que le habría gustado triunfar en la U.D. Melilla si hubiese llegado el caso, pues, en su opinión, “a todos los jugadores melillenses les gusta regresar a su tierra y jugar en el equipo local”. -¿Cómo está siendo tu día a día en el cuerpo técnico de la Peña Barcelonista?
Ahora mismo me desempeño como entrenador de porteros del equipo. Está siendo, de momento, una experiencia muy bonita. Lo que más me gusta en transmitir los conocimientos que aprendí como portero a los chavales que están empezando.
-¿Cómo surgió la idea de desempeñar este rol en el equipo?
Desde que dejé de jugar, estuve muchos años desconectado del fútbol, y Ramón Carmona me planteó entrenar a los porteros esta temporada.
-¿Qué puedes contar de tu experiencia como porteror en las canteras por las que pasaste?
-Con 17 años, me trasladé a jugar a Villarreal con el equipo juvenil, en División de Honor. Allí estuve dos temporadas, y después pasé a la disciplina del Real Zaragoza, en la que estuve tres temproadas en el equipo filial. A partir de ahí, estuve arrastrando muchas lesiones en los hombros, hasta que tuve que operarme de los dos. Por culpa de esta lesión, tuve que dejar la disciplina deportiva.
-¿Cómo se produjo esa lesión?
Empezó a desarrollarse cuando tenía 14 años, durante un encuentro con la, entonces, selección juvenil de Ceuta y Melilla. Primero se me salió un hombro, y después el otro, y la lesión no se curó bien. Arrastré esa lesión hasta que me fue imposible seguir entrenando, y a raíz de la segunda operación, tuve que retirarme debido a los dolores.
-¿Cómo estás viendo a los porteros que tienes a tu disposición?
Durante los entrenamientos con los porteros, busco corregir los fallos que arrastran de base. Intento dar a cada portero lo que necesita y paliar sus errores. No me limito a hacer entrenamientos, sino que intento trabajar individualmente con cada portero para corregir sus defectos. La actitud de los chicos, por otra parte, es bastante buena. Son trabajadores y buenas personas.
-¿Qué sensaciones te está ofreciendo el equipo?
-El equipo está trabajando bastante bien. Veo a los jugadores muy comprometidos y concentrados. Además, el trabajo de Ramón Carmona está siendo bueno, ya que se implica mucho y ayuda a los futbolistas.
-¿Te habría gustado triunfar en la U.D. Melilla, el equipo de tu tierra, si aquella lesión no hubiese frustrado tu progresión?
A decir verdad, yo me retiré muy joven, con lo que no me podría imaginar lo que podría haber pasado. Lo que sí está claro es que a todos los jugadores nacidos en Melilla les gusta regresar alguna vez a su tierra y jugar en la U.D. Melilla. Yo llegué a estar entrenando un mes y medio bajo las órdenes de Francisco Montoya, durante la pretemporada, antes de incoporarme a la cantera del Villarreal, y fue una experiencia de la que guardo muy buen recuerdo.
-Durante tu formación, ¿qué cantera te impresionó más en cuanto a métodos de trabajo?
La que más me impresionó fue la del Villarreal. Por aquel tiempo, planteaban un proyecto que comenzó cuando subieron a Primera División, y empezaron a trabajar de otra forma con sus categorías inferiores. Contaban con un método muy parecido al que utiliza el F.C. Barcelona, con entrenamientos con mucha importancia del juego con balón y el toque. En Zaragoza también aprendí mucho, y cuenta con una cantera bastante interesante.
-¿Crees que los éxitos actuales del Villarreal se deben a ese buen trabajo en las categorías inferiores?
Sin ninguna duda. Además, el club invirtió mucho dinero en confeccionar una ciudad deportiva, así como en traer jugadores que, como en mi caso, veníamos de fuera. Era gente muy buena, y el trabajo que siguen haciendo en las categorías inferiores es increíble.
-¿En qué aspectos te está ayudando Ramón Carmona a adaptarte a esta nueva labor?
Ramón me dijo desde el primer momento que me daba libertad total para entrenar, en el sentido que podría ayudar y enseñar a los porteros de la forma que yo considerase más conveniente. Él me dio su confianza, y yo, por mi parte, me limito a darle a cada portero lo que necesita. Me siento muy cómodo en este rol, con confianza y con mucha libertad.

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