José Palazón, estable dentro de la gravedad tras el infarto cerebral sufrido el viernes

El activista melillense José Palazón, alma de la ONG Prodein, sigue ingresado en el Hospital Comarcal de Melilla donde permanece estable dentro de la gravedad tras el infarto cerebral sufrido el pasado viernes, según han informado fuentes del entorno de su familia. "José Palazón permanece estable, aunque su estado siga siendo grave. El hecho de que haya pasado estas 80 horas sin complicaciones y que su tensión se mantenga estable son buenas señales", dice el último comunicado publicado por la portavoz de la familia.

Según ha venido explicando estos días, son "cientos" los mensajes de cariño de todas partes del mundo los que está recibiendo el entorno de Palazón en estos días de incertidumbre sobre la evolución que tendrá su estado de salud. También se siguen multiplicando los gestos de apoyo en redes sociales a este activista destacado en la defensa de los derechos de la población migrante.
"La sala de espera del Hospital Comarcal de Melilla no ha dejado de recibir visitas. Menores y chavales extranjeros que encontraron en José Palazón y Maite Echarte, alma de la ONG Prodein, una familia. Abogadas y amigos llegados desde distintos lugares del país; vecinos de Melilla que quieren transmitir personalmente a la familia su afecto y admiración por Palazón", decía sobre este asunto el primer comunicado.
"Centenares de personas envían mensajes desde lugares tan distintos como Ecuador, Bangkok, Estados Unidos, Italia y Francia. Taxistas que llevan a los conocidos al hospital les piden que transmitan su respeto y aprecio por José a su gente. Un amigo define cómo Palazón ha generado todo un movimiento, el 'palazonismo', que ha sembrado el mundo de 'palazonita' que han aprendido gracias a su ejemplo a defender los derechos humanos de las personas en situación más vulnerable", añadía.

Palazón recibió el año pasado el Premio Nacho de la Mata de Derechos Humanos del Consejo General de la Abogacía Española por su labor en defensa de la población migrante en la Frontera Sur. Durante años, se ha dedicado a apoyar a los menores solos no acompañados y a denunciar los casos de mala práxis de la administración en sus obligaciones de tutela y protección.

Asimismo, mediante vídeos y fotografías, se ha destacado como defensor de los derechos de los migrantes denunciando las devoluciones sumarias a Marruecos de quienes intentan saltar la valla de Melilla, así como la violencia policial a uno y otro lado de la alambrada o la situación de los niños que malviven en las calles de la ciudad autónoma.

Suyo era el material audiovisual que sustentó la imputación de un Coronel y varios guardias civiles en Melilla por las llamadas 'devoluciones en caliente' y suyo es el vídeo en que se apoya la denuncia que estudia el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo por los golpes que recibió un joven migrante cuando las fuerzas de seguridad españolas le bajaban de la valla, a la que se había encaramado, en octubre de 2014.

De hecho, su fotografía de un grupo de migrantes subidos a la valla de Melilla junto al campo de golf en el que estaban jugando unas personas, titulada 'Paisajes de desolación', dio la vuelta al mundo y le valió el Premio Ortega y Gasset 2015 y el Premio Internacional Luis Valtueña de Fotografía Humanitaria el mismo año.

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