El periodista José Levy recibirá el título de Melillense del Año 2018. En esta entrevista concedida a MELILLA HOY, recuerda con cariño sus orígenes en la Ciudad y reflexiona sobre su vida profesional en estos 30 años como corresponsal jefe para la CNN en español.
- ¿Qué le parece recibir el galardón del Melillense del Año?
- Realmente es un privilegio, puedo decir que de los premios que he recibido ya sean Emmys, el personaje Iberoamericano del Año o otros títulos honoríficos en universidades, este es sin duda el más significativo e importante para mí. Estamos hablando de mi patria chica, de Melilla, de mis orígenes, de mis amigos, mi familia, muchas cosas que para mí son centrales. Es curioso porque me estoy dando cuenta estos días que no es tan importante la relevancia o el alcance internacional de un premio como el alcance a nivel personal, conforme el círculo es más íntimo ese galardón es más importante y por eso estoy muy ilusionado con este premio.
- ¿Sabe en qué línea va realizar su discurso?
- Todavía no, voy a intentar en la medida de lo posible improvisar porque es mucho más directo y humano. Cuando uno lee un papel es para mí mucho más frío que cuando voy diciendo lo que me va saliendo, tendré estructurado el orden de las cosas que me gustaría decir pero será de manera improvisada.
- El acto se desarrollará el próximo jueves de feria, ¿cuándo llega a la Ciudad?
- Unas horas antes porque poder ir con mi esposa que también es de Melilla, Rebeca Benarroch, y dejar nuestros trabajos es muy complicado pero llegaremos el jueves, estaremos 24 horas y volveremos a iniciar el vuelo de regreso. Espero hacer un informe desde Madrid sobre el premio que me hayan dado la noche anterior y que en Latinoamérica conozcan Melilla, ese lugar tan maravilloso donde nací y que realmente este premio es un regalo para mí. Quiero que la gente se entere de un lugar como Melilla, donde el tema intercultural es central, con esa plaza de las cuatro culturas, con la estatua de mi tío abuelo, Yamín Benarroch, recuerdo que mi abuelo José junto a él y otros llegaron a Melilla y construyeron una gran parte y aún está ahí su recuerdo con ese monumento. Que más significativo que nacer al otro lado de la Plaza de España, con el bar Metropol, todos mis orígenes están relacionados con la Ciudad.
- ¿Qué supone desde el punto de vista profesional poder entrevistar a personas como Fidel Castro o el Papa Juan Pablo II?
- La verdad es que uno tiene posibilidades al ser corresponsal para la CNN en todos estos temas porque abre muchísimas puertas. Cuando Fidel Castro se reunió en 1996 con el Papa Juan Pablo II según el New York Times había más de 2.000 peticiones para realizar esa entrevista y al final yo por estar en el lugar adecuado en la CNN y era en español, Fidel Castro me la dio a mí. Tuve la oportunidad de hablar con él y fue una entrevista importante porque después del apretón de manos simbólico con Juan Pablo II estaba el tono con el que Fidel Castro se refería a Juan Pablo II. Era un tono entrañable, de mucha admiración y eso significó la caída de otro muro. Fueron las declaraciones que me dio a mí y tuvo una influencia clara.
Con Juan Pablo II no conseguí nunca una entrevista, solo conseguí que me dijera Joaquín Navarro Valls, su portavoz, que por primera vez en la historia se estaba planteando Juan Pablo II dar una entrevista y hubiera sido a mí. Y al final no salió por falta de tiempo porque iba a hacerle la entrevista y decidió llegar al Santo Sepulcro, lugar más sagrado de la cristiandad, y me quitó el tiempo.
Pero tengo una relación personal muy estrecha con el Papa Francisco, resulta que cuando Juan Pablo II falleció, porque he seguido a todos los papas de las últimas décadas, fui yo quien informé a tres millones de personas de Latinoamérica porque estaba justo en la que se llamaba "la azotea más cara de la historia" justo delante del dormitorio papal. Una de las personas que estaba viendo esa programación era el cardenal Jorge Mario Bergoglio, el Papa hoy día, el tuvo la deferencia de enviar en especial a su portavoz el padre Guillermo Marcó diciéndole "busca a José Levy en la sala de prensa y agradécele en mi nombre su cobertura en un momento central de mi vida, dile que me emocioné con él por dos cosas, por un lado su manera de transmitir un momento así en la vida de la Iglesia y por otro lado, que siendo judío puede trasmitir esas emociones.
Eso indica mucho el carácter humano y directo del Papa Francisco pero desde que fue proclamado Papa he tenido un gran número de ocasiones de poder estar con él, charlas y hasta una vez me pidió organizar un encuentro suyo con jóvenes en Cuba vía satélite y existe una relación especial entre ambos.
- ¿Qué experiencia profesional ha marcado más su vida: la caída del Muro de Berlín, el conflicto palestino-israelí, la Primavera Árabe?
- Cada una tiene sus características, la caída del Muro de Berlín era impresionante ver cómo llegaban los residentes de la parte oriental y descubrían ese punto que estaba tan cercano físicamente pero tan alejado de ellos durante décadas. Ver a familias enteras mirando para arriba, era muy fácil caminar por la calle y saber quienes eran de Berlín oriental y de Berlín occidental. Esas familias enteras mirando los edificios altos, los coches de último modelo, estaban deslumbradas por esa realidad y fue increíble poder ver esa unión de las dos Alemanias, ese cambio de Europa.
También, poder ver en Moscú lo que era el fin de la Unión Soviética y efectivamente el conflicto palestino-israelí ha sido tan frustrante hasta hora porque en muchas ocasiones hemos informado de esperanzas de paz pero al final se han truncado y es la gran asignatura pendiente. Me encantaría poder informar alguna vez de que realmente ha terminado el conflicto pero es lejano.
La Primavera Árabe ha despertado muchas esperanzas, estuve en El Cairo cuando millones de personas salieron a la calle, pero algo que me despertó enormes esperanzas de cambios, de democracia, de respeto a los derechos humanos, al final en la gran mayoría de los países aparte de Túnez se transformó en una pesadilla.
Vemos lo que ocurre en Siria con medio millón de muertos, en Libia, en tantos lugares, en Egipto hoy día la situación no es muy distinta de la que había antes con Hosni Mubarak. Para qué todo ese sufrimiento, crisis y muertos, es un tema también doloroso por el hecho de que no termino de cristalizar esa esperanza de democracia.
- Entonces, ¿se queda con un poco de cada una de las experiencias vividas?
Sí, así es porque cada una tiene sus peculiaridades, son 30 años y empieza uno a recapitular y ver que son muchas las experiencias, anécdotas, momentos trágicos y alegres. Poder informar por ejemplo de la elección del Papa Francisco fue una fiesta, poder trasmitir a Latinoamérica que se eligió el primer papa latinoamericano. Tiene mucho valor humano, poder trasmitir esa enorme noticia tan estupenda para tantos millones de personas es maravilloso.
“Ser corresponsal internacional de la CNN me ha permitido estar en aquellos lugares donde la Historia está desarrollándose”
- ¿Qué es lo mejor de ser corresponsal en el Medio Oriente?
- Bueno, la cuestión es que uno tiene la posibilidad de trasmitir realmente lo que va ocurriendo en la Historia, incluso escribí un libro 'El testigo directo' e hicieron un programa en la CNN sobre mí siendo testigo de la Historia. Ser corresponsal internacional de la CNN me ha permitido estar en aquellos lugares donde la Historia está desarrollándose y eso es una situación privilegiada que es muy significativa para alguien como yo. Venimos de Melilla, de ese lugar privilegiado, me acuerdo cuando era pequeño que siempre me encantaba escuchar el nombre de la Ciudad cuando lo decían por Televisión Española. Cuando puedo pronunciar el nombre de Melilla en la CNN me emociono también de saber que estoy nombrando a esa ciudad que tanto me gustaba escuchar cuando era niño. Y tengo la posibilidad de llevarla muy en el centro, en mis coberturas, cuando estoy con líderes, cuando hablo de manera informal de recordar que soy de Melilla y contar cómo es la Ciudad. Me llena mucho poder llevarla a tantos lugares del mundo y trasmitir ese mensaje de interculturalidad, interreligiosidad y que he vivido de pequeño cuando convivíamos musulmanes, judíos y cristianos. Es verdad que siempre ha habido problemas pero el denominador común es siempre mucho más grande.
- ¿Cómo puede explicar a las nuevas generaciones la realidad del mundo en el que vivimos?
- Es un mundo donde precisamente el tema religioso es hoy en día una gran amenaza y esto es algo muy doloroso. ¿Cómo puede ser que la religión con el fenómeno ISIS, el yihadismo, el terrorismo, amenace al mundo? También escribí un libro sobre ello 'Terror Alerta ISIS'. Una de las asignaturas pendientes más importantes de la humanidad es destacar el denominador común que la religión nos permite tener y no esas cosas que los religiosos intentan destacar para mostrar cuáles son las diferencias que los hace mejores respecto a los otros. Hay que intentar llegar convertir la región en algo que permita construir el mundo y no destruirlo.Esto es fundamental ya que ahí está el futuro de nuestros hijos.
El Papa Francisco en la primera audiencia pública nos convocó a los medios y sus primeras palabras en español refiriéndose a nosotros fueron las siguientes: "Yo sé que muchos de ustedes no son cristianos, católicos, son inclusive ateos o de otras religiones pero tenemos que tener muy claro que todos somos hijos de Dios". Esta frase se me quedó grabada, el intentaba ya entonces hace 5 años crear ese denominador común que permita a la humanidad avanzar sobre esa base común. Todos somos hijos de Dios y ese es el principio que nos rige para conseguir rechazar a todos esos extremistas fanáticos que se niegan a cualquier tipo de diálogo y poder preparar ese mundo mejor que queremos dar a nuestros hijos.
